"A veces, como es normal, surgen dificultades, pero debe prevalecer lo que es un interés general" para el país, mantener buenas relaciones con los países vecinos, ha subrayado José Luis Rodríguez Zapatero a su llegada al Congreso para asistir a los actos conmemorativos del 31 aniversario de la Constitución.
"Dejemos trabajar al Gobierno", ha señalado Zapatero, quien ha rechazado la posibilidad de que el Rey intervenga ante el monarca alauí, Mohamed VI. A su juicio, este caso no tiene que ser trasladado a otras instancias que no sean las del Gobierno; "debemos situar las cosas en su dimensión", ha añadido.
ACNUR y Argelia
Mientras, el Gobierno ha ampliado sus gestiones y, según apuntan las fuentes del Ejecutivo, está llamando a todas las puertas para intentar buscar una salida a la activista -desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hasta Argelia, país en el que se asientan los campamentos de los refugiados saharauis-.
Desde el Gobierno se reconoce que es Marruecos quien tiene en su mano que Haidar vuelva a casa, pero no desdeñan el papel que puede desempeñar Argelia, defensora a ultranza de las reclamaciones independentistas saharauis. Señalan además que Haidar ya no habla personalmente con el Gobierno. La última vez que el jefe del gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, intentó comunicarse con ella, lo hizo a través de interlocutores interpuestos.
Aunque no se trata de una persona refugiada (de hecho la concesión de ese estatuto era una de las propuestas que le ofreció el Gobierno y que ha rechazado), también se ha implicado en el tema ACNUR.
Miedos españoles
Asimismo, el gabinete de Zaptero estudia cómo evitar que la huelga de hambre que sigue la activista cause daños irreversibles en su salud y apunta a la necesidad de que un juez pueda intervenir para obligarle a alimentarse si su situación alcanza un punto crítico.
El complicado caso de Haidar ha centrado buena parte de los corrillos de la recepción celebrada en el Congreso en el Día de la Constitución, donde fuentes socialistas y del Gobierno han explicado que se está contactando con todas las instancias posibles, incluidas las autoridades argelinas, con el fin de buscar una solución para la activista.
Preocupa en el Ejecutivo la salud de Haidar, que completa hoy su tercera semana en huelga de hambre, y la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, se ha puesto en contacto con el Gobierno para preguntar si existe algún protocolo que establezca cómo actuar y evitar la muerte de la activista. Ese protocolo no existe y se señala que sólo un juez podría establecer la alimentación forzosa.
Nuevo comunicado
La activista ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que su familia en El Aaiún y, "sobre todo" sus hijos, Hayad y Mohamed de 15 y 13 años de edad respectivamente, reciban protección con "carácter urgente" por la "agresión permanente que están recibiendo" de la policía marroquí.
Este ha sido el llamamiento que Haidar, en huelga de hambre en el aeropuerto de Guacimeta, en Arrecife (Lanzarote), ha realizado a través de un comunicado, según informó la Plataforma de Apoyo a Aminatu. La pacifista señaló que se le "ha prohibido" a tres periodistas españoles contactar con su familia, argumentando que los hijos de Haidar "no tienen autorización para hablar con extranjeros y menos si son periodistas".
Asimismo, la activista apuntó que su casa en El Aaiún "está permanentemente" vigilada por las fuerzas policiales, creando un ambiente de "tensión y de verdadera tortura psicológica" para su familia, "sobre todo, con graves consecuencias" para sus hijos, ambos menores de edad.
Por otro lado, la Plataforma indicó que Haidar ha recibido en el aeropuerto de la isla de Lanzarote la visita, enviada por la Delegación del Gobierno en Canarias, de una ambulancia medicalizada con su personal sanitario respectivo, que ha solicitado la autorización para realizarle un chequeo. Sin embargo, Aminatu "ha declinado ese planteamiento, dado que el médico que la está atendiendo desde el principio ha asumido la tarea de velar por su salud".
En cuanto a la actitud del Gobierno español, desde el colectivo de apoyo a Haidar se insiste en que "lo único que ha hecho" ha sido "presionar a Aminatu para que abandone la huelga de hambre".