El Govern blinda la ofrenda a Casanova en una Diada festiva marcada por los comicios

AGENCIA EFE 11/09/2010 07:26

Si bien la tradicional ofrenda ha perdido tensión reivindicativa por la ampliación del perímetro de seguridad al monumento, el acto organizado por el Govern y el Parlament en el parque de la Ciutadella de Barcelona ha reunido a unos 15.000 catalanes que han seguido una serie de actos culturales para reivindicar el catalán.

El trasfondo de la crisis, que marcó la Diada del año pasado, se ha colado en la ofrenda floral a la tumba de Rafael Casanova en la iglesia de Sant Baldiri de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), en donde medio centenar de trabajadores de SAS han protestado ante el presidente catalán, José Montilla, por el cierre de su empresa.

Además, los líderes sindicales catalanes, Josep Maria Álvarez (UGT) y Joan Carles Gallego (CCOO), han aprovechado la Diada para hacer un llamamiento a la huelga general del 29 de septiembre.

Sin los abucheos e insultos de otros años, el presidente catalán, José Montilla, y el Govern han abierto las ofrendas florales a Casanova de las delegaciones de partidos y entidades catalanas, en las que ha destacado la presencia del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que dejará el Gobierno tras la huelga general para incorporarse a la candidatura del PSC.

La cercanía de la cita electoral del 28 de noviembre y las réplicas de los candidatos a la Generalitat al discurso institucional de ayer de Montilla ha sido el hilo conductor de las intervenciones políticas.

El líder de CiU, Artur Mas, y el secretario general de la federación, Josep Antoni Duran Lleida, han tildado de "electoralista" a Montilla por un discurso que tampoco ha gustado a ERC, y en el que el 'president' defendió que la "unión" y la "concordia" con España se imponga frente a la "pulsión separadora" de quienes intentan dinamitar los puentes con el resto del Estado.

Mas ha reprochado que el discurso de Montilla fuese "más de partido que de país" porque no iba en la línea de "unir más a la gente" sino que incluía reproches a la "pulsión separadora" de algunos sectores del catalanismo.

Por su parte, el presidente del PSC, Isidre Molas, ha reivindicado la vigencia del Estatut frente a los "sueños" centralistas e independentistas, mientras el ministro Corbacho ha llamado a fortalecer las instituciones catalanas "dentro de España".

El líder de ERC, Joan Puigcercós, ha reprochado por su lado a Montilla su "visión demasiado partidista", y le ha replicado que la voluntad "mayoritaria" de la sociedad catalana es decidir su futuro.

Puigcercós ha liderado la ofrenda de la delegación de Esquerra al monumento a Casanova, para lo que ha tenido que adelantar en el último momento a la delegación de Solidaritat Catalana per la Independència para realizarla antes que su líder, Joan Laporta.

La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, que no ha acudido a la ofrenda floral al igual que Ciutadans, ha dicho que "el próximo Govern tiene que hacer una profunda reflexión sobre la celebración de la Diada", y ha pedido un 11 de septiembre en donde no todos los actos sean de perfil reivindicativo.

Dirigentes del PPC han celebrado que la bandera independentista no haya presidido las tradicionales ofrendas florales a Casanova, e incluso ha felicitado al conseller de Interior, Joan Saura.

El candidato de ICV-EUiA, Joan Herrera, ha planteado por su lado una reforma de la Constitución española con un contenido "fuerte y potente" que, a su juicio, debería nacer de un consenso en Cataluña.

En un acto propio, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha afirmado que "no tiene ningún sentido" centrar la conmemoración de la Diada sobre "la supuesta opresión de una lengua".

En esta jornada, que finalizará esta tarde con la manifestación independentista de Barcelona, ha destacado el acto organizado por el Govern y el Parlament, al que, como el año pasado, ha acudido unos 15.000 catalanes, según la Generalitat.

El acto ha servido para reivindicar la lengua catalana, se ha recitado la "Oda a Espanya" del poeta Joan Maragall y ha concluido con algún grito independentista.