Grybauskaite se asegura la Presidencia, pero puede necesitar segunda vuelta

AGENCIA EFE 17/05/2009 05:46

Con poco más el 50 por ciento de las papeletas escrutadas, Grybauskaite, comisaria europea de Programación Financiera y Presupuesto y candidata independiente, recibía un 65 por ciento de los votos, informó la Comisión Electoral Central (CEC).

Sus rivales más cercanos entre los otros seis candidatos, el líder socialdemócrata, Algirdas Butkevicius, y el representante del partido Orden y Justicia, Valentinas Mazuronis, recibían un 12,4 y un 7,2 por ciento, respectivamente.

Para triunfar en la primera vuelta, un candidato debe obtener más de la mitad de los votos emitidos, siempre que la participación supere el 50 por ciento del censo, y si ésta es inferior, para ganar hay que recibir los votos de no menos de un tercio del electorado.

La CEC indicó que una hora antes de cerrar los colegios la participación era del 44,28 por ciento del censo, lo que -sumando los votos anticipados y sin recibir aún los de los residentes en el extranjero- daba el 49,4 por ciento.

En los comicios presidenciales lituanos podían emitir su voto casi 2,7 millones de electores inscritos en el censo, del total de 3,4 millones de habitantes, aunque los sondeos auguraban que hasta el 46 por ciento del electorado se proponía no acudir a las urnas.

Si ninguno de los candidatos consigue proclamarse presidente en la primera vuelta, los dos más votados se medirán en una segunda ronda el 7 junio, coincidiendo con las elecciones al Parlamento Europeo.

El presidente de la CEC, Zenonas Vaigauskas, explicó que "la ley establece distintos procedimientos para el escrutinio en función de si la participación es superior o inferior a la mitad del censo".

"La participación actual se estima en torno al 50 por ciento, por lo que nos podemos ver obligados a no limitarnos al recuento electrónico y escrutar manualmente las papeletas, lo que demoraría el anuncio de los resultados", indicó.

En todo caso, nadie duda de que en esta primera vuelta o bien dentro de dos semanas Grybauskaite se convertirá en la primera mujer presidenta de este país báltico, en sustitución del veterano jefe de Estado saliente, Valdas Adamkus, de 82 años.

La eurocomisaria, de 53 años, es una de las pocas personalidades respetadas y con fama de profesional, en contraste con la amplia desconfianza popular en las instituciones oficiales y los partidos políticos, acusados de populismo y salpicados por escándalos de corrupción.

"La gente está harta de nuestro sistema político y quiere ver nuevas caras. En estos tiempos de crisis quiero poner mis conocimientos y experiencia al servicio de mi país", declaró la candidata tras depositar su voto en la capital.

Grybauskaite, ex ministra de Finanzas, fue la negociadora del acuerdo de libre comercio de Lituania con la UE y para la entrada del país en la Unión en 2004, cuando pasó a trabajar al Ejecutivo comunitario.

Crítica con los métodos anticrisis del anterior gobierno socialdemócrata, fue respaldada por el actual primer ministro conservador, Andrius Kubilius, quien declaró que su segura elección suponía un voto por el cambio y la coordinación con Europa.

Al anunciar su decisión de abandonar Bruselas y presentarse a los comicios, ella dijo que se debió a la preocupación por el impacto de la crisis, sobre todo tras los violentos disturbios de enero pasado en Vilna en protesta contra las políticas anticrisis del Gobierno.

Lituania, al igual que sus hermanas bálticas, Letonia y Estonia, se ve afectada por la recesión, que obliga al Gobierno a recortar gastos, mientras crece el desempleo y el descontento popular y la economía amenaza con caer en más de un quince por ciento anual.

Grybauskaite sugiere estabilizar las finanzas públicas, asimilar sin demora los fondos estructurales de la UE (este año Lituania debe recibir casi 1.445 millones de euros), estimular la exportación y modificar la política fiscal para apoyar la libre empresa.

Lo único que ensombreció su campaña fueron los rumores, que ella desmintió rotundamente, de que Grybauskaite -soltera, sin hijos y cinturón negro de kárate- sea lesbiana, pues la homosexualidad sigue siendo mal vista el Lituania, con sus fuertes raíces católicas.

También rechazó los intentos de sus oponentes de descalificar su candidatura bajo distintos pretextos y vincularla a los servicios secretos soviéticos en sus tiempos de estudiante de la Universidad de Leningrado.

"Nunca tuve vínculos con el KGB. No representaba para ellos ningún interés, pues en mis tiempos de estudios trabajaba además en una fábrica de pieles, donde hacía un trabajo físico muy duro", indicó.