Hamburgo acoge un proceso por piratería por primera vez en más de 400 años

AGENCIA EFE 22/11/2010 12:04

Desde los siglos XV y XVI, cuando la ciudad hanseática procesó a decenas de piratas que hicieron inseguras las aguas de los mares del Norte y el Báltico, Hamburgo no celebraba un juicio por piratería, aunque en esta ocasión los acusados no serán condenados con seguridad a la pena capital y a ser decapitados con espada como se hacía entonces.

La Audiencia Provincial de Hamburgo inició el proceso contra diez presuntos piratas somalíes acusados de abordar y secuestrar el pasado 5 de abril el buque carguero alemán "MS Taipan", de la naviera Komrowski, con base en ese puerto.

Se trata de siete hombres y tres adolescentes nacidos entre 1962 y 1993 -aunque sus identidades y edades son inciertas-, que fueron capturados en alta mar fuertemente armados por un comando especial de la marina holandesa que acudió en socorro de la nave alemana.

El abordaje pirata se produjo a 530 millas, unos 1.000 kilómetros, de las costas de Somalia, aunque la tripulación de la nave pudo ponerse rápidamente a salvo en una cámara blindada y dar la voz de alarma.

Tan sólo cuatro horas después, la unidad especial de la marina holandesa asaltó la nave, liberó ilesa a su tripulación y capturó a todos los piratas, que fueron entregados por Holanda el pasado mes de junio a la justicia alemana.

El tribunal de Hamburgo se encuentra preparado para un largo proceso que durará como mínimo hasta marzo del año próximo y en el que intervendrán una veintena de abogados de oficio en defensa de los presuntos piratas.

El portavoz de la fiscalía, Wilhelm Möllers, ha comentado que "el caso está muy claro" y que, además de un pliego de acusación de 33 páginas, los fiscales cuentan con pruebas concluyentes: los subfusiles Kalaschnikov, lanzagranadas, pistolas, cuchillos y escaleras de asalto que les fueron ocupados al ser detenidos.

Como ninguno de los diez acusados, que han guardado silencio hasta ahora, habla alemán, las sesiones serán traducidas simultáneamente por tres intérpretes.

El código penal alemán establece para casos de piratería como el que se juzga en Hamburgo penas de hasta 15 años de cárcel para los siete adultos y de hasta diez años de prisión juvenil para los tres adolescentes.

Para los casos de criminalidad en alta mar el tribunal competente es el de la base de la nave afectada, en este caso el puerto de Hamburgo, que en 1359 recibió del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico el privilegio legal de juzgar y ejecutar piratas.

Entre 1390 y 1600 fueron juzgados y ejecutados, según los historiadores, un total de 428 piratas en Hamburgo, que fueron decapitados con la espada y sus cabezas empaladas en una pica que se colocaba en los muelles del puerto con fines ejemplarizantes.

El más famoso y legendario de ellos, Klaus Störtebecker, fue ejecutado en 1401 con 73 de sus hombres y sus cabezas colocadas empaladas en fila a lo largo del río Elba, tras aterrorizar durante años la navegación comercial de la ciudad con numerosos abordajes piratas.

La leyenda cuenta que Störtebecker propuso ser ejecutado de pie a la vista de sus hombres colocados en fila india, con la condición de que aquellos ante los que caminara sin cabeza fuesen indultados.

El capitán pirata logró adelantar a 11 de sus hombres y hubiese caminado sin cabeza hasta rebasar al último de la fila si el verdugo no le hubiese puesto la zancadilla, según cuenta esa historia, en la que el alcalde de la ciudad incumplió su palabra y acabó ordenando la muerte de todos ellos.

Por Juan Carlos Barrena