Montserrat Tura ha confirmado en una multitudinaria rueda de prensa que quiere ser la primera mujer alcaldesa de Barcelona para, entre otras cosas, recuperar "el entusiasmo" por la ciudad, y ha asegurado que no cuenta con el apoyo de la dirección del partido, "aunque tampoco lo he pedido".
Por su parte, el actual alcalde espera que tanto la dirección del PSC como la federación barcelonesa mantengan una "estricta neutralidad" y "respeto a las reglas del juego" en las elecciones primarias, a las que ha dicho que concurrirá "con pasión".
La Comisión Ejecutiva del PSC ha asegurado que se mantendrá neutral en este proceso, en el que participarán tanto los militantes como los simpatizantes del partido en la ciudad.
La ejecutiva de los socialistas catalanes asegura que "se abstendrá de dar apoyo a uno u otro candidato" y llama a "todas las comisiones ejecutivas del partido en los diferentes ámbitos" a actuar de la misma forma para garantizar así un "proceso transparente".
Tanto Tura, como Hereu, como la dirección del partido han coincidido en que las primarias de febrero serán un "ejercicio de democracia y de transparencia" y que si se llevan a cabo de forma correcta quién saldrá ganando será la Barcelona del futuro.
Aunque el "fair-play" ha presidido las primeras declaraciones de los dos candidatos, la primera discrepancia ha surgido sobre si Barcelona tiene influencia en el mundo y en Europa.
Mientras Tura ha reivindicado que "Barcelona tiene que tirar del hilo de Europa" y recuperar el prestigio que tuvo con Carles Pi-Sunyer y Pasqual Maragall, Hereu ha asegurado que "el hilo de Barcelona con Europa está más fuerte que nunca".
Ambos candidatos han expresado su "respeto" por su rival y se han emplazado a debatir sobre ideas y proyectos en una campaña sin reproches ni enfrentamientos.
También han coincidido en la importancia política, social, económica y simbólica de una Barcelona capital de Cataluña y en que las primarias de Barcelona no se pueden comparar con la que celebró la federación socialista madrileña.
La Comisión Electoral Nacional del PSC se reunirá mañana para acabar de perfilar las reglas de juego de estas elecciones primarias, en las que inicialmente podrán votar "aproximadamente 3.416 militantes y 8.616 simpatizantes socialistas" de la ciudad.
Las primarias llegan en un momento delicado para el PSC, ya que tras cosechar su peor resultado en unas autonómicas el pasado 28 de noviembre ve peligrar ahora la alcaldía de Barcelona -que ostenta desde 1979 tras el restablecimiento de la democracia- en las municipales de mayo, y también teme por la Diputación provincial.
El anuncio oficial de las primarias del PSC ha originado también reacciones en el resto de partidos. Mientras el candidato de CiU Xavier Trias ha calificado las primarias de "espectáculo" y ha criticado que el PSC las convoque para elegir a su candidato a la alcaldía barcelonesa cuatro meses antes de las elecciones, "más cuando tienes a un alcalde".
Tanto Trias como Alberto Fernández Díaz (PPC) consideran que los socialistas atraviesan una situación "desesperada" y una "grave crisis".
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha opinado que Jordi Hereu es "un mal candidato" a la reelección como alcalde de Barcelona, aunque Montserrat Tura, a su juicio, "no es mejor".
Por su parte, el ex alcalde y ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall se ha mostrado convencido de que el hecho de que haya primarias para elegir al candidato socialista a la alcaldía de Barcelona supondrá el reforzamiento del PSC.
El presidente de ERC, Joan Puicercós, ha celebrado la fórmula elegida por el PSC para elegir a su candidato a la alcaldía de la capital catalana, y ha apuntado que ahora compete al PSC saber cómo "administrar" el proceso.
El presidente del grupo municipal de ICV/EUiA, Ricard Gomà, ha reclamado que "se cierren pronto los debates personales y superficiales para que todas las formaciones políticas estén en condiciones de debatir sobre modelos de ciudad".