Hu Jintao y Sarkozy mantendrán un encuentro cara a cara en Niza

AGENCIA EFE 05/11/2010 09:18

Será la segunda entrevista entre los dos líderes, después de que la bilateral que mantuvieron ayer en el Elíseo estuviera centrada en asuntos económicos y se saldara con la firma de contratos por valor de unos 20.000 millones de dólares.

Varios observadores aseguran que es el momento elegido por Sarkozy para arrancar a Hu un compromiso en la reforma del sistema monetario internacional, punto en el que las posiciones están alejadas.

Pekín no reconoce que el yuan está depreciado, lo que Estados Unidos le reprocha con vehemencia y que, de forma más diplomática, también le hace Francia.

Además, Sarkozy tratará de obtener compromisos concretos de su invitado en lo que se refiere a la presidencia gala del G-20, después de que Hu asegurara ayer que apoyará a París para que sea un éxito.

El encuentro tendrá lugar antes de una cena de honor en el restaurante preferido por Sarkozy en Niza.

Posteriormente, el presidente francés volverá a París mientras que el chino pasará la noche en un prestigioso hotel de la ciudad de la Costa Azul con vistas al Mediterráneo.

Antes de volar a Niza, Hu se reunirá en París con representantes de la comunidad china, rendirá homenaje en la tumba del soldado desconocido, bajo el Arco del Triunfo, y se entrevistará con el primer ministro François Fillon.

Mañana visitará dos plantas en las afueras de Niza, una de Schneider Electric y otra de PSA, donde podrá ver dos automóviles híbridos.

Posteriormente se trasladará a Lisboa para proseguir su viaje por Europa.

Según fuentes de la Presidencia francesa, el viaje a Niza de Hu se hace por expreso deseo del mandatario, que quería conocer la Costa Azul, por lo que rechazó una visita al Palacio de Versalles que le habían propuesto.

Al igual que sucedió ayer, las autoridades galas harán todo lo posible para que Hu no vea las manifestaciones organizadas en protesta por la situación de los derechos humanos en China.

París no quiere que el líder chino se vea incomodado durante su visita, en la que cuenta reconducir las relaciones entre ambos países, un tanto maltrechas desde 2008.

Ese año Sarkozy recibió al Dalai Lama, para malestar de Pekín, que vio también cómo el paso de la antorcha olímpica por París en su camino hacia la capital china se vio salpicada por manifestaciones pro derechos humanos.

Para distender las relaciones, París ha optado por no incomodar a Hu y, por ejemplo, el presidente Sarkozy no hizo ninguna declaración tras la atribución del Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo, encarcelado por Pekín.

Organizaciones de derechos humanos han reprochado al presidente francés que no exija a China movimientos en la situación de los derechos humanos.