"Después de una serie de debates y de estudios estos últimos años, por la Fuerza Aérea, el Departamento de Planificación del Ejército, el Estado Mayor y el Ministerio de Defensa, aprobó hoy el ministro de Defensa, Ehud Barak, la adquisición del futuro avión de combate F-35", informa su oficina en un comunicado.
La decisión, que era esperada desde hace unos meses, sigue a una visita que pilotos y expertos israelíes realizaron recientemente a las dependencias donde la Lockheed Martin fabrica el aparato, y que volvieron con la decisión de presionar a su Gobierno para que lo comprase.
El F-35 Lightning II es un revolucionario monoplaza de apoyo táctico y combate aéreo, y capacidades furtivas contra la detección por radares, cuyo desarrollo está a cargo de Estados Unidos, y en el que participan además varios países occidentales.
El diario Yediot Aharonot informó la semana pasada de que también Israel fue invitada a participar en el programa pero que debido al alto coste que exigía la inversión inicial prefirió declinar el ofrecimiento, lo que ahora significa que la adquisición del aparato le cueste el doble.
Según el comunicado de Defensa, el marco establecido en las negociaciones preliminares es de 96 millones de dólares por avión, y el contrato sobre el que se trabaja, incluidas piezas de recambio, simuladores e instrucción de personal, de unos 2.750 millones de dólares.
La decisión israelí contempla la compra de 20 aviones que le serán entregados a partir de 2015 -sólo en 2014 se espera que el F-35 entre en servicio con EEUU-, con la opción adicional de nuevas adquisiciones en el futuro a precios más reducidos y la participación de empresas israelíes en la fabricación de piezas.
El Gobierno israelí retrasaba la decisión por el alto coste del aparato y las exigencias de recortes presupuestarios a raíz de la crisis mundial, pero las recientes presiones de la Fuerza Aérea han convencido al ejecutivo.
Pilotos israelíes que participaron en las pruebas con simuladores aseguraron que el F-35 es "volar en otra dimensión" y que, gracias a su capacidad para eludir los radares enemigos, garantizará la supremacía aérea de Israel en la región.
Desde 1967 la "supremacía aérea" es el eje central de la estrategia de seguridad de Israel y por ello la Fuerza Aérea ha disfrutado siempre de presupuestos muy superiores a los de otros cuerpos de las Fuerzas Armadas israelíes.
Aún así, expertos militares locales subrayan que el F-35 no dará a Israel demasiada ventaja en escenarios de larga distancia debido a su alcance de unos 2.000 kilómetros y a la imposibilidad de acoplarles tanques externos que le haría perder su capacidad de eludir los radares.