Lissavetzky dice que "Gallardón es un buen político pero es un muy mal gestor"

AGENCIA EFE 14/11/2010 09:26

En una entrevista con Efe, el candidato del PSOE para recuperar la capital de España tras casi 20 años de gobierno popular denuncia que "la enorme deuda que tiene el Ayuntamiento" de Madrid es "una hipoteca de futuro que ha perjudicado a las políticas sociales, que ha generado una disminución en la calidad de los servicios y que puede llevar a trabajadores a la calle por el retraso en el pago a proveedores".

Aunque todavía mantendrá durante algún tiempo su cargo de secretario de Estado para el Deporte, Lissavetzky instalará "pronto" su oficina electoral en la calle de Ferraz 55, el mismo lugar que empleó la actual ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, durante las primarias socialistas a la Comunidad de Madrid .

El aspirante socialista a la Alcaldía de la capital ha garantizado que "la coordinación va a ser máxima" con las direcciones del PSM y del PSOE -"vamos de la mano", ha subrayado- y ha anunciado que "muy pronto" se hará la presentación oficial de esa oficina, con participación del secretario general del PSM, Tomás Gómez.

"Es sumar, sumar y sumar; ahí no nos va a pillar nadie", ha manifestado el candidato a Efe.

El cartel electoral del PSOE frente a Ruiz-Gallardón asegura que ya ni se acuerda del resultado electoral del último candidato socialista a la Alcaldía de la capital de España, Miguel Sebastián, y afirma que su partido en Madrid "actualmente está muy fuerte".

Considera que si son capaces de expresar su proyecto "de una manera pedagógica, aquí no hay suelos ni techos".

Lissavetzky dice tener equipo y proclama que está elaborando un programa en cuyos ejes se cruzarán "micropolíticas" con "grandes políticas".

Apuesta por que Madrid sea "una ciudad más de las personas y no exclusivamente de las obras" y, aunque puntualiza que no tiene "nada contra las obras", dice que sí lo tiene "contra endeudamientos que perjudican a las políticas sociales".

En su proyecto para Madrid piensa en una "nueva agenda social" hecha "de la mano del Gobierno de España y del Gobierno de la Comunidad de Madrid" y en una "nueva agenda económica" que tenga en cuenta a universidades y organismos de investigación.

No duda de que todo eso será posible a pesar del "problema de la enorme deuda que tiene el Ayuntamiento", que es "una hipoteca de futuro que ha perjudicado a las políticas sociales, que además ha generado una disminución en la calidad de los servicios, por ejemplo en la limpieza, y que puede llevar a trabajadores a la calle por el retraso en el pago a proveedores".

A Lissavetzky no le ha gustado que el Ayuntamiento haya recurrido contra la negativa del Gobierno a permitirle refinanciar la deuda y entiende que eso y los "insultos" que el alcalde dedicó al presidente del Gobierno, al que llamó "mentiroso" y "envidioso", "no son los mejores modos para llegar a un acuerdo".

En este sentido, Lissavetzky mantiene su oferta de intervenir en este asunto "en la medida de lo posible" y "sin perjudicar a nadie" para "ayudar a mejorar la situación", aunque advierte de que "al final la situación es una y es clara: el señor Ruiz-Gallardón es un buen político pero es un muy mal gestor".

En el programa que está elaborando aparecerá una "congelación" de la tasa de basuras y del conjunto de la presión fiscal "al menos durante los primeros años", si bien considera que lo que habría que hacer con la tasa de basuras, que recuerda que tienen algunos ayuntamientos gobernados por socialistas, es "racionalizarla, igual que el IBI".

"Tenemos que avanzar en un concepto de IBI social y, en una situación de crisis, aquellas familias que tengan dificultades económicas a lo mejor puedan tener una rebaja, y creo que la tasa de basuras también tiene que ser, cuando menos, revisada", ha dicho a Efe.