Riera llegó ayer, miércoles, a Bengasi procedente de El Cairo para instalar la oficina permanente que el Gobierno español ha decidido instalar en la capital de facto de los opositores a Muamar el Gadafi, han informado a Efe fuentes diplomáticas.
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, anunció el pasado 13 de abril la decisión de enviar a un funcionario de su departamento a Bengasi, aunque no podrá tener rango de embajador, puesto que España mantiene abierta su legación en Trípoli.
Riera volverá a Madrid dentro de varios días para elevar un primer informe sobre la situación en la zona controlada por los rebeldes, los contactos mantenidos con el CNT y la ayuda humanitaria enviada por España, según las fuentes.
España se une a otros países, como Francia, Italia y Estados Unidos, que cuentan con representantes diplomáticos en Bengasi.
El Gobierno español sigue manteniendo relación con el régimen gadafista debido a que permanece operativa la embajada libia en Madrid.
Jiménez participa hoy en Roma en la tercera reunión del Grupo de Contacto sobre Libia en la que los 22 países de la coalición coordinarán su acción política contra el régimen libio en paralelo a la misión militar desplegada por la OTAN.
Jiménez afirmó ayer en el Congreso que la solución de Libia pasa por la "presión política y diplomática" para que haya un alto el fuego y Gadafi renuncie al poder.
La titular de Exteriores ya acudió a las citas del Grupo de Contacto celebradas en Londres, el 29 de marzo, y Catar, el 13 de abril, cuando se vio con el responsable de política exterior del CNT, Ali Esaui.
El Ejecutivo español apoya que se faciliten recursos económicos a los rebeldes procedentes de los fondos bancarios bloqueados a Gadafi.
España participa en la operación militar de control del espacio aéreo y del embargo de armas a Libia con cuatro cazas F-18, dos aviones de abastecimiento y uno de vigilancia marítima, una fragata y un submarino.