Obama paladea el sabor amargo del bipartidismo

AGENCIA EFE 07/12/2010 23:10

Obama compareció hoy, por segunda vez en 24 horas, para explicar públicamente el acuerdo alcanzado por los republicanos para extender durante dos años más el recorte de impuestos de la era Bush y para prorrogar por 13 meses los subsidios por desempleo.

Se trata del primer acuerdo alcanzado desde las elecciones legislativas del pasado 2 de noviembre, en las que se confirmó la fuerza creciente del Partido Republicano, que a partir de enero tendrá de nuevo mayoría en la Cámara de Representantes.

Apremiado por el calendario, y sobre todo por el vencimiento de los recortes fiscales el 31 de diciembre, el presidente se ha visto obligado a ceder precisamente en algo a lo que se había opuesto con mayor virulencia, favorecer fiscalmente a los más ricos.

Durante las negociaciones, Obama aludió a lo que fue uno de sus lemas electorales, sí a la bajada de impuestos para las familias de clase media y baja, pero no para los que ganen más de 250.000 dólares al año.

Los republicanos, con el argumento de que los más ricos son también los que más empleo generan, exigieron con dureza la inclusión de las rentas altas, con la amenaza de no aprobar ninguna otra medida legislativa.

Ello ponía en peligro otra de las prioridades de Obama: prorrogar la extensión del subsidio por desempleo aprobado durante la recesión, y que venció el pasado 30 de noviembre, ante la perspectiva de que dos millones de personas perderían toda cobertura justo en las fiestas navideñas.

En esta encrucijada, el presidente -tal y como explicó él mismo - ha optado por tragarse su propia promesa electoral y admitir que de nuevo los más ricos, el dos por ciento de los contribuyentes, disfruten de ventajas fiscales, todo para que el resto de la población no sufra "daños colaterales".

"Sé que hay gente en mi propio partido, e incluso en la oposición, que hubiera preferido prolongar esta batalla, incluso si no hubiéramos podido alcanzar un compromiso. Pero no estoy dispuesto a dejar que las familias se conviertan en víctimas colaterales de una batalla política aquí en Washington", señaló.

Según dijo, de no haberse alcanzado un acuerdo, una familia media hubiera visto cómo el 1 de enero sus ingresos se veían recortados en 3.000 dólares anuales por la subida de impuestos. Mas de cien millones de familias trabajadoras, según la Casa Blanca, se beneficiarán del acuerdo.

Con más dinero en el bolsillo, el mandatario confía en que se reactivará el consumo y la inversión, y como consecuencia se verá reducida la alta tasa de desempleo, que en la actualidad se encuentra en el 9,8 por ciento.

En cualquier caso, Obama quiso dejar claro que el acuerdo es temporal y la rebaja de impuestos no será permanente. "El debate continuará", dijo el presidente, quien aseguró sentirse en un callejón sin salida.

"El acuerdo que yo hubiera querido no hubiera prosperado en el Senado. Es todo lo que hemos podido conseguir", reconoció.

Los analistas ven en este pacto un ejemplo de lo que le espera a la Casa Blanca en los dos próximos años, en los que tendrá que protagonizar un cierto giro a la derecha si quiere que sus políticas prosperen.

"Es el primero de una serie de acuerdos dolorosos que el presidente va a tener que forjar si quiere seguir adelante en los próximos dos años", dijo a The New York Times Matt Bennett, un ex funcionario que trabajó en la Casa Blanca bajo la presidencia de Bill Clinton.

Otros analistas republicanos han celebrado el giro que ha protagonizado el presidente en el que se ha atrevido a desafiar a sus bases y a su propia ideología política para lograr un consenso político.

El propio Obama reconoció ayer, en una declaración política, que hay momentos en que hay que hacer concesiones dolorosas por el bien de los estadounidenses.

"Aunque simpatice con los que prefieren luchar y no ceder, y aunque el momento nos invite más a batallar que a resolver problemas, hacer eso sería un error. Los votantes no nos enviaron aquí para embarcarnos en batallas ideológicas o ganar victorias simbólicas", dijo.