Occidente y Rusia: una agitada travesía para recuperar la confianza mutua

AGENCIA EFE 28/06/2009 08:16

Con vistas al mar Jónico y en un ambiente que quiso ser informal, los ministros de Exteriores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) mantuvieron hoy un encuentro con el objetivo de aliviar la tensión de unas relaciones bajo la larga sombra caucásica.

Se logró a medias, ya que aunque la herida de Georgia sigue abierta, los ministros reconocieron sin complejos que algo no funciona en las actuales relaciones y que hay que abrir un diálogo para solventar esa situación.

El intento de Georgia de recuperar por la fuerza su provincia separatista de Osetia del Sur causó una fuerte reacción militar rusa y la declaración de independencia de esa región y de Abjasia, otra región secesionista.

Ese conflicto rebosó el vaso de una serie de desencuentros entre Occidente y Moscú, desde la ampliación de la OTAN hacia los países del antiguo Pacto de Varsovia hasta el apoyo de las potencias occidentales a la independencia de Kosovo o los planes de EEUU de instalar un escudo antimisiles en Centroeuropa.

"Rusia está obsesionada con su queja de que está aislada", indicó a Efe un representante de la OSCE en condición de anonimato. Esa fuente recalcó que Moscú se siente excluida por Occidente y no un socio en igualdad de condiciones.

Ya ayer la OTAN y Rusia dieron un paso para acercar posturas al decidir en Corfú reanudar plenamente sus relaciones militares, canceladas tras el conflicto de Georgia.

En el mismo camino, los ministros de la OSCE reafirmaron hoy la necesidad de "restaurar la confianza entre todos los accionistas" de la seguridad europea.

Pero en la práctica, ni la cumbre del Consejo OTAN-Rusia ni el encuentro informal de la OSCE lograron el más mínimo acercamiento sobre Georgia, cuya integridad territorial siguen defendiendo las potencias occidentales.

De hecho, los ministros no lograron ni siquiera un acuerdo "in extremis" para salvar la continuidad de la misión de la OSCE en Georgia, que expira el próximo martes, después de que Rusia haya vetado su continuidad.

Una propuesta rusa de una nueva misión incluye la creación de dos equipos de observadores, a ambos lados de la frontera entre Georgia y Osetia del Sur, un formato que, según expertos de la OSCE, implica el reconocimiento de ese territorio.

Así las cosas, la OSCE anunció hoy la apertura de un dialogo "abierto, sustancial, amplio y global" sobre seguridad, como lo definió Dora Bakoyannis, ministra de Exteriores de Grecia, país que preside la OSCE hasta diciembre.

Un proceso para renovar los organismos e instrumentos ya existentes que se abre mientras Rusia propone un nuevo tratado de seguridad, que prime las relaciones entre los países sobre el concepto de alianzas militares.

Esa propuesta rusa recibió una tibia respuesta por parte de los socios europeos dentro de la OSCE.

El propio Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea (UE), reconoció que hay aspectos de la seguridad europea que pueden desarrollarse, pero sin "poner en riesgo las estructuras básicas que han proporcionado una fantástica estabilidad durante muchos años".

Además, recordó que no se trata sólo de hablar de "seguridad dura", sino que el concepto debe ser más amplio e incluir los aspectos económicos, medio ambientales y de derechos humanos.

"Al zarpar de Corfú, sabemos que la travesía será desafiante" reconoció Bakoyannis e insistió en la metáfora marinera al asegurar que su país "tiene una amplia experiencia en navegar en aguas turbulentas".

En la misma línea, Solana indicó que las cosas no se están moviendo a la "velocidad de la luz" y que el proceso será difícil.

"Requiere mucha tenacidad e insistencia", algo en lo que, según comentó, la UE es "muy buena".

Antonio Sánchez Solís