El PPC aconseja a Mas que aplace el debate sobre el concierto económico al 2012

AGENCIA EFE 05/11/2010 11:24

"No se pueden plantear debates que generen frustración y más cansancio a la sociedad catalana. Si Mas quiere plantear este debate para 2012, que lo haga en 2012, ahora toca que Cataluña comience a crecer" económicamente, ha apuntado la dirigente popular en una conferencia en el Foro Europa-Tribuna Catalunya.

De hecho, Sánchez-Camacho ha deplorado que Mas juegue con la "buena fe" de muchos catalanes con la promesa del concierto económico, cuya puesta en marcha "supondría un desequilibrio económico y financiero para el mantenimiento del resto de España", ha reiterado la candidata.

Aunque Sánchez-Camacho en ningún momento se ha mostrado abierta a negociar en un futuro con CiU esta cuestión, sí ha dado por sentado que todos los ciudadanos quieren más dinero para sus comunidades.

"Creo que Cataluña necesita un modelo financiación que tenga más recursos porque tenemos 1,2 millones de catalanes más desde 2001", ha dicho.

Para desacreditar la posibilidad de implantar el concierto en Cataluña, ha asegurado que la ciudad de Barcelona aporta más recursos a la financiación global de Cataluña de los fondos que recibe luego.

También ha resaltado que entre las comunidades catalana y madrileña aportan un 40% del PIB estatal, y que por tanto el concierto no es posible, porque rompería el equilibrio financiero del Estado, ha insistido.

Es una cuestión "que no está en la Constitución" y que obligaría a modificar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) y que CiU "no pidió" al negociarse el nuevo Estatut.

Por otra parte, la candidata del PPC a la Generalitat ha alertado de que Cataluña puede ser "difícilmente gobernable" si entran en el Parlament muchos partidos, y por ello ha apelado a concentrar el voto en torno al PP.

También ha reiterado que no pactará con ningún partido que pretenda referendos de autodeterminación o sanciones por motivos lingüísticos, unas prioridades que ha reiterado durante la precampaña pero que hoy ha definido como "líneas rojas" a la hora de definir la política de pactos tras las elecciones del 28 de noviembre.