Pyongyang desata una nueva espiral de tensión en el noreste de Asia

AGENCIA EFE 25/05/2009 03:14

Desde Pekín a Washington, pasando por Hanoi -donde hoy comenzaba la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de Asia y Europa-, Moscú, Seúl, Tokio y otras capitales del resto del mundo se prodigaron en las condenas y llamamientos al Consejo de Seguridad para que frene a las autoridades de Pyongyang, cada vez más aisladas.

Sin embargo, el ensayo nuclear, el segundo en la historia de Corea del Norte, fue seguido de tres lanzamientos de misiles de corto alcance y veladas amenazas desde la embajada norcoreana en Moscú, que aseguró que Pyongyang no descarta nuevos ensayos nucleares si Estados Unidos continúa su política de intimidación.

Nada más conocerse a través de los sensores sísmicos -que otorgaron al temblor causado por la prueba el 4,5 en la escala de Richter- y otros detectores de este tipo de pruebas el alcance del último ensayo nuclear norcoreano, Tokio reclamó la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de la ONU a su presidente de turno, Rusia.

Junto a su vecino más cercano, Corea del Sur, Japón calificó el ensayo como "una provocación inaceptable" y un "desafío" a la comunidad internacional, que consideran se ve amenazada, por lo que abogaron por una postura internacional resuelta y unánime.

"La comunidad internacional debe responder unida", dijo el primer ministro nipón, Taro Aso, quien precisó que buscará la aprobación de una nueva resolución de la ONU en la reunión que celebrará este mismo lunes el Consejo de Seguridad en Nueva York.

El presidente de EEUU, Barack Obama, quien también calificó de "amenaza para la paz y la seguridad internacionales" el nuevo ensayo, subrayó en un comunicado que "el peligro que suponen las actividades amenazantes de Corea del Norte se merecen una acción (de respuesta) por parte de la comunidad internacional".

Obama advirtió de que "el desafío al Consejo de Seguridad de la ONU" significa que Corea del Norte "se está enfrentando directa y temerariamente a la comunidad internacional".

Mientras los analistas especulan con los enfrentamientos internos en el régimen norcoreano por la sucesión del deteriorado Kim Jong-Il y los mensajes disuasorios enviados con esta prueba a la nueva Administración estadounidense, en Pyongyang se destaca la mejora de su poderío nuclear.

Según la agencia oficial KCNA, la prueba nuclear subterránea fue realizada con éxito y de forma segura, en alusión a que no han sido detectadas fugas radiactivas.

Las autoridades norcoreanas, que según el Gobierno de Seúl podrían haber comunicado con anterioridad la prueba a Washington y Pekín, celebraron haber superado anteriores problemas técnicos con este nuevo test subterráneo, de "mayor nivel en términos explosivos y tecnológicos" al llevado a cabo el 9 de octubre de 2006.

En la condena de Pekín por haber "desafiado a la comunidad internacional", -en los términos empleados en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de China-, algunos expertos ven no sólo la inviabilidad de las conversaciones a seis bandas para el conflicto en la península coreana, sino la limitada influencia de Pekín.

"En términos generales, el diálogo a seis bandas está casi muerto", señaló hoy a Efe Shi Yinhong, catedrático de Política Internacional de la Universidad Popular de China, para quien el programa nuclear norcoreano está diseñado para afrontar sus necesidades nacionales en primer lugar.

Shi releva a un segundo plano las cuestiones internacionales, aunque Corea del Norte está en guerra técnica con el Sur, donde EEUU tiene desplegados 29.000 efectivos.

Para el catedrático chino aunque Pyongyang se comprometiese a desmantelar su programa hace dos años, su necesidad de negociar con otras potencias en igualdad de condiciones ha supuesto un cambio de postura: "Quieren ser una potencia nuclear".

El desarrollo de los acontecimientos, muy similar a la escalada de 2006, comenzó el pasado año con la llegada al poder en Corea del Sur del conservador Lee Myung-bak, que desplegó una línea menos abierta hacia el régimen norcoreano que la de su antecesor, Roh Moo-hyun, quien se suicidó este domingo en medio de un escándalo de corrupción.

Aunque el Gobierno de Seúl ha movilizado a sus tropas y decretado el estado de alerta las bolsas asiáticas no parecen haber acusado, de momento, las tensiones y los principales mercados concluyeron la sesión con la tónica alcista.