Rajoy se da un baño de galleguismo en Suiza para pedir apoyo para Feijóo

EFE 08/02/2009 17:08

Dentro de la precampaña de los comicios gallegos del próximo 1 de marzo y una semana después de que el propio Feijóo visitara algunas localidades suizas, Rajoy participó ayer en un mitin en una localidad cercana a Lausana y hoy ha hecho lo propio en Berna.

En ambos actos, el presidente del PP no hizo ningún comentario sobre la presunta red de espionaje en la Comunidad de Madrid ni sobre las detenciones de cinco personas acusadas de corrupción y blanqueo de capitales, entre otros delitos, y supuestamente vinculadas con el PP.

En Suiza residen unos 27.000 ciudadanos nacidos en Galicia -es el país tras Argentina con la colonia gallega más nutrida- y el PP, consciente de la importancia del voto emigrante el primer 1 de marzo, ha intensificado su estrategia electoral fuera de España. Feijóo visita estos días Uruguay y Argentina.

El partido tiene delegaciones en cada uno de los cantones suizos, con un total de 600 afiliados -el país europeo con mayor tasa de afiliación- y una estructura que se ha puesto de manifiesto en los dos actos protagonizados por Rajoy.

Acompañado por el director del Departamento del PP de Españoles en el Exterior, Alfredo Prada, de su jefe de gabinete, Jorge Moragas, y de su mujer, Elvira Fernández, el líder del PP ha hecho gala de su condición de gallego.

Por un lado, ha dicho que el PP, si asume la Presidencia de la Xunta de Galicia, y más tarde la del Gobierno central, promoverá la tarjeta sanitaria única para los emigrantes, de modo que tanto si viajan a su país de procedencia temporalmente como si deciden volver con carácter definitivo, puedan disponer de los servicios de salud en España.

Por otro, ha subrayado que los populares, si gobiernan, fomentarán que todos los nietos de los ciudadanos españoles exiliados con motivo de la Guerra Civil y del franquismo se acojan a la nacionalidad española sin límite.

Sin embargo, Rajoy no ha perdido del punto de mira las elecciones gallegas y ha criticado al Gobierno de Emilio Pérez Touriño por los supuestos gastos en coches oficiales y reformas en las instalaciones de la Xunta, justo "lo contrario", ha señalado, de lo que exigen los tiempos de crisis económica, "normalidad, austeridad, sensatez y respeto al dinero de todos los ciudadanos".

En contraposición, ha alabado las cualidades de Feijóo, de quien ha dicho hoy que es un candidato "serio, formal, con algunas ideas y con una acreditada capacidad para gobernar" y que, por tanto, ha de sustituir a "estos colegas" del PSdeG y del BNG que "han hecho mucho daño a los intereses de todos".

Como gallego que "siente y quiere" a su tierra, ha remarcado la necesidad del cambio en la Xunta. "Los que vivan en Rianxo o en Berna, Zurich, Basilea o Ginebra que sepan que Galicia será lo que quieran los gallegos", por lo que ha pedido a los asistentes que "ayuden a Feijóo".

Las intervenciones de Rajoy en Suiza -y la de hoy en Berna no ha sido una excepción- se han caracterizado por una puesta en escena muy gallega, ya que la bandera de la comunidad autónoma se ha dejado ver junto a la española y la suiza.

El presidente del PP ha salpicado sus discursos con evocaciones familiares, tanto de la suya como de la de su mujer, y de anécdotas políticas, siempre sobre su etapa como presidente de la Diputación de Pontevedra, cuando tenía que viajar a pueblos y aldeas a celebrar la llegada de la red eléctrica.

Y si ayer en Lausana habló con los asistentes entre tapas de tortilla y empanada, hoy ha comido callos y paella con todos ellos y, tras un concierto de gaiteros, ha posado para decenas de fotos.