El País Vasco ha vivido un nuevo ataque de violencia callejera. En esta ocasión ha ocurrido en Vitoria. Pasadas las nueve y media de la noche quemaban varios contenedores. La madrugada anterior, otro grupo de radicales calcinó al menos una docena de containers en Azkoitia, Guipúzcoa.
Y es que la violencia callejera parece repuntar. En los últimos diez días se han registrado varios actos violentos en las calles vascas. El 10 de agosto unos desconocidos quemaron en Zarautz 33 contenedores por valor de 37.000 euros.
En los días posteriores, ha ardido la oficina de Correos de Zalla (Vizcaya) y dos camiones fueron calcinados en Andoain (Guipúzcoa).
La izquierda abertzale no ha condenado estas acciones.
La Confederación Española de Policía (CEP) ha asegurado que los últimos altercados de violencia callejera no son hechos aislados, sino que están dentro de una campaña "perfectamente organizada". La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha señalado que "hay que tener cuidado con estos actos vandálicos porque la kale borroka sigue siendo la cantera de ETA".