En una conferencia en el foro Barcelona Tribuna, Rubalcaba ha asegurado que el Gobierno español "intentó darle a Cataluña un Estatut" que recogiera sus "ansias" de autogobierno, pero ha añadido que, visto el "malestar" que aún pervive en la sociedad catalana, "algo hicimos mal".
Rubalcaba ha precisado que el Ejecutivo español no fue, ni mucho menos, el más culpable de este resultado, y ha lamentado que el debate sobre el Estatut "haya generado lo contrario" de lo que pretendían el Gobierno y el Govern, el anterior, formado por PSC, ERC e ICV-EUiA- y CiU.
En este contexto, Rubalcaba ha deplorado que el líder del PP pida pagar este año a la Generalitat los 1.450 millones del Fondo de Competitividad y que diga que estudiará el pacto fiscal que plantea el presidente de la Generalitat, Artur Mas, cuando no avaló ni el Estatut, ni el modelo actual de financiación.
"En tu camino hacia el Majestic -hotel que dio nombre al pacto entre CiU y PP en 1996- de nuevo, ¿cuántas cosas más puedes llegar a decir?", ha preguntado en público al jefe de la oposición.
"No digo que venga a pedir perdón (a Cataluña), pero cabalgó a lomos de la catalanofobia (en la etapa del Estatut), y eso no es gratis", ha advertido a Rajoy, al tiempo ha dado por descontado que el PP continuará, hasta el final de la legislatura, esperando que la crisis pase factura al Gobierno.
Preguntado por las consultas sobre la independencia de Cataluña, Rubalcaba ha atribuido estas iniciativas al clima político actual, ha recordado que "nada es gratis en política" y ha añadido que el efecto de estas consultas "es limitado", aunque "alguno tiene, sin duda".
Pese a la autocrítica que ha hecho acerca del proceso de elaboración del Estatut, Rubalcaba ha concluido que esta ley orgánica "acabará siendo una norma positiva" con la perspectiva que da el tiempo, porque supone un avance.
Ha desvelado que, después de cerrar un pacto con CiU sobre el Estatut y de comprobar el aval del PSC, buscó un acuerdo con el PP, pero que este partido respondió con una negativa.
Según la versión del vicepresidente, su interlocutor, un dirigente del PP, le confesó que si su partido apoyaba el Estatut se habría quedado sin razones para hacer oposición, porque la economía crecía al 4%.
Hecha esta reflexión, Rubalcaba ha insistido en que el PP está "tensionando mucho la vida pública y política", y ha augurado que el PP mantendrá su "crispación" hasta el final de mandato.
La conferencia de Rubalcaba ha reunido al delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel; al conseller de Interior, Felip Puig; al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; y a numerosos dirigentes del PSC, aunque no ha acudido el expresidente de la Generalitat y primer secretario José Montilla.
Rubalcaba ha recurrido al famoso "no toca", que utilizaba el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, para evitar hablar sobre la sucesión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
También han acudido al acto el ponente de la Constitución Miquel Roca y empresarios y banqueros, como el director general de La Caixa, Juan María Nin; el presidente de Gas Natural Fenosa, Salvador Gabarró; o bien el director general de Telefónica en Cataluña, Kim Faura, entre otros.