El resto de los países dijeron estar dispuestos a hacer alguna aportación durante las elecciones presidenciales afganas del 20 de agosto, aunque no necesariamente en forma de más efectivos.
Alemania ha dicho que va a enviar a 800 soldados (200 de ellos de forma temporal para las elecciones), mientras que Italia mandará 500 de manera permanente y entre 200 y 250 sólo para los comicios.
El portavoz aliado, James Appathurai, opinó que a medida que se acerque la Cumbre de jefes de estado y de gobierno en abril, "veremos evolucionar las contribuciones de los aliados".
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, que asistió a un consejo de la OTAN por primera vez como miembro del gobierno de Barack Obama (ya lo fue del de George Bush), advirtió que "todos deben hacer más" en Afganistán.
Por ello, pidió al resto de países de la OTAN que respondan con un mayor compromiso al envío de 17.000 soldados estadounidenses antes del verano al país que invadieron en 2001.
"Esto no debe verse sólo como un esfuerzo extra de EEUU, y el resto de los aliados deben actuar en consonancia", dijo Gates.
La idea apuntada por el estadounidense de usar la Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN (compuesta de tropas terrestres, aéreas y marítimas y capacitada para desplegarse en cinco días), para el apoyo a las elecciones, fue descartada por el resto de los socios.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, insistió en que las naciones de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) deben "aportar más fuerzas, instructores y apoyo para una aproximación global" al conflicto.
Insistió en que la OTAN "no se puede permitir el precio de una derrota en Afganistán", y recalcó que "no deberíamos engañarnos pensando en que hay una solución militar".
Por este motivo, la alianza está en proceso de revisar su estrategia político-militar, en colaboración con los EEUU, para dar un enfoque más regional (de colaboración con Pakistán) y acelerar la transferencia de poder a las autoridades afganas.
"Necesitamos una aproximación regional porque Afganistán no es una isla. Necesitamos un mayor esfuerzo civil, combinado con nuestras operaciones militares, si no queremos malgastar un tiempo y unos recursos muy valiosos", aseguró Scheffer.
La ministra de Defensa española, Carme Chacón, se mostró "muy satisfecha" con este rumbo de la estrategia de la OTAN y recalcó que "por primera vez se ha abierto un horizonte de esperanza para revisar la respuesta aliada en Afganistán".
"Llevábamos tiempo pidiendo un cambio de rumbo, y ahora, con el nuevo gobierno de Obama, vamos hacia una estrategia "con" Afganistán, no "para" Afganistán", según la ministra.
Además de la reunión de los aliados, hubo un encuentro de las 41 naciones que colaboran con la ISAF, compuesta en la actualidad por 55.100 efectivos.
Por otro lado, los ministros decidieron volver a enviar un dispositivo naval para luchar contra la piratería en aguas de Somalia entre los próximos meses de marzo y julio, que son los de mayor actividad pesquera española en la zona.