'Spain' no es tan 'different'

ÍÑIGO URQUÍA 27/05/2010 00:00

Esta aparente impunidad electoral no es patrimonio exclusivo del país de la piel del toro. "En ciertos continentes se admite como normal la corrupción, y la afloración de casos casi no tiene efecto, mientras que en otros estados los políticos han dimitido de forma incluso preventiva en cuanto ha habido indicios o se ha iniciado un proceso judicial", explica Jesús Lizcano, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.

En cualquier caso, "la influencia no parece que sea muy alta en España, ya que la intención de voto no es aparentemente demasiado sensible" a este fenómeno, señala el también presidente de Transparencia Internacional España.

Mediterráneos, latinos

El experto de la Universidad de Navarra (UNAV) Jordi Rodríguez Virgili apunta a dos factores para explicar esta tendencia. "Por un lado, nos encontramos la cultura política: los latinos son más permisivos con el engaño, mientras que los anglosajones, por sus raíces calvinistas, son más rigurosos", tercia este especialista. Villoria también está de acuerdo: "En los países mediterráneos hay mayores niveles de tolerancia con el fraude fiscal, el nepotismo y el clientelismo".

"El sistema electoral español (con listas cerradas y bloqueadas) tampoco contribuye. El español, en última instancia, vota a un partido. En el Reino Unido, donde cada político debe ganarse su reelección, suceden cosas diferentes. En estas últimas elecciones, sin ir más lejos, muchos no se presentaron y algunos, como la ex ministra Jacqui Smith (salpicada por el escándalo de los gastos pagados por el Parlamento)", fueron barridos por el ascenso tory, tal y como explica Rodríguez Virgili.

Los ciudadanos computan muchas variables a la hora de emitir su sufragio. "La corrupción es una más, pero también influyen otras como la fidelidad o la existencia o no de alternativas de voto", recalca Villoria.

Según el analista de la UNAV, la necesidad de opciones fuertes es clave y puede apreciarse trazando un paralelismo entre Valencia e Italia. "La alternativa a Berlusconi vive en un permanente clima de división mientras que, en el caso valenciano, el PSOE no parece contar para los votantes como opción de gobierno": así es muy complicado el vuelco en el poder, zanja.

El consultor Antoni Gutiérrez-Rubí también anota que la corrupción "se castiga especialmente en las formaciones políticas que hacen de los valores y el comportamiento ético una bandera". Por último, "numerosos ciudadanos votan preferentemente contra un partido, más que a favor de un partido", expresa Lizcano.

Tercer problema

"Desde que surgió el caso Malaya en Marbella han ido brotando en España numerosos e importantes tramas, tanto de unos partidos como de otros, y esto hace que la imagen que los ciudadanos tienen de la clase política se haya degradado enormemente, y de ahí esa percepción que tienen muchos ciudadanos en cuanto al 'todos roban', lo cual es exagerado", enmarca Lizcano.

"La impunidad electoral no existe, ya que siempre hay costes en forma de desafección", argumenta Gutiérrez-Rubí. Los expertos consultados lamentan que la clase política se haya colocado como tercera preocupación de los españoles (además, el CIS indica que la corrupción y el fraude se colocaron en el sexto puesto).

Estos casos han provocado -explica Rodríguez Virgili- un desapego de la ciudadanía con respecto a sus gestores. "Afectar, afecta. Hay una mala concepción, acaba extendiéndose el 'todos son iguales'" por este desánimo, por esta falta de confianza. En conclusión, la gente está harta. "Ya los ven como parte del problema y no como solución", sentencia.

No obstante, la población también puede luchar contra este descrédito. En 1989, un pequeño grupo de surcoreanos decidió alzarse contra el fraude y fundar Los integrantes de este movimiento (ahora cuenta con unos 35.000 miembros) "investigan el contenido de periódicos, noticiarios televisivos, actas judiciales y documentos varios para reunir la información que permita desenmascarar a políticos y candidatos corruptos o incompetentes", tal y como recuerda Alejandro Navas, ex director del departamento de Comunicación Pública de la UNAV. la Coalición Ciudadana para la Justicia Económica.

Más o menos

Sin embargo, estas cifras no significan que estemos peor que en la décadas de los 80 y 90. Mientras Gutiérrez-Rubí piensa que "hay menos fraude pero que su impacto mediático es superior", Villoria recuerda que "la Gürtel llevaba 10 años funcionando y que todos los casos que han saltado ahora a la prensa empezaron a gestarse siete u ocho años atrás", en plena burbuja urbanística: "Lo que sucede es que hay una mayor exposición mediática; sin información, no hay preocupación". estos datos no quieren decir que en la actualidad haya más corrupción que antes,

Lizcano también registra la crisis económica y el nuevo marco regulador como novedades a tener en cuenta. "El ciclo económico ha cambiado diametralmente, y ahora es muy difícil que haya el nivel de especulación y de plusvalías en el sector inmobiliario que había hace unos años. Por otro lado hay nuevas normas legales que exigen transparencia", asegura.

Asimismo, y frente a este impacto negativo en la sociedad, Lizcano aprecia consecuencias positivas: "Los potenciales corruptos se lo pensarán mucho antes" servirse del erario público.

No son todos iguales

Pese a esa idea extendida, todos los concejales, alcaldes, senadores, diputados y ministros no son iguales. Gutiérrez-Rubí afirma que "la primera victoria de los corruptos es que la corrupción parezca un mal menor".

"Ellos son los más interesados en que se extienda la idea de una corrupción generalizada; es una percepción injusta", secunda el profesor de la UNAV.

La tinta del calamar

Los partidos, según Lizcano, siguen estrategias destructivas contra el adversario, más que edificantes con respecto a sí mismos, optan por atacar en lugar de construir, por sacar los trapos sucios del contrario. y, sobre todo, que eviten en el futuro esos posibles casos", argumenta. "Lo que tendrían que hacer es acordar poner entre unos y otros una buena lavandería, con buenos programas de centrifugado que limpien de forma efectiva esos lavanderíacentrifugadotrapos sucios

Los populares lo hacen (aún) peor, "Han optado por deslegitimar a jueces y policías primero, para luego poner en marcha el ventilador a juicio de Villoria. Es desmoralizante, porque atacan a las instituciones que investigan o descubren" las corruptelas, esgrime.

Según este analista, el PSOE ha cambiado con respecto a la década de los 90. "Antes confundían la responsabilidad penal y la política y no actuaban hasta que la sentencia era firme pero ya reaccionan con contundencia, al menos por ahora".

Villoria recuerda que una imputación no es una condena y sitúa el nivel crítico "en la prisión preventiva", para luego denunciar la táctica del calamar (esparcir la porquería por todas partes), el 'todos estamos implicados', la comparación por parte del PP de la trama de Francisco Correa y El Bigotes con el caso Filesa.

Gutiérrez-Rubí considera que el caso Gürtel "no alterará los resultados de los próximos comicios pero tendrá una gran importancia en nuestra historia democrática porque puede obligar a una profunda regeneración" en Génova 13. Asimismo, la gravedad de esta trama supone que los populares "no pueden poner en marcha ningún ventilador sin riesgo a quedar todavía más atrapado por la denuncia".

Aunque estas malas prácticas se dan en cualquier feudo político. Rodríguez Virgili asegura que en las sedes de ambos partidos mayoritarios se enciende el "A corto plazo es eficaz, pero a medio y largo plazo socava a la clase política, que pierde la autoridad". ventilador.

Ni los populares ni el partido de Ferraz "están gestionando bien" el problema, ya que aplican "la ley del embudo". En suma, utilizan "tres varas de medir: una para los rivales, otra para el propio partido y una tercera que discrimina entre favoritos y denostados dentro del propio aparato", asevera.

Este experto valora "la gestión del fraude" como "tan importante como los propios casos, aunque no más. Estoy convencido de que el ciudadano entiende que la corrupción se puede dar y que, justamente por eso, aprecia una pronta reacción, sin miramientos, dudas ni titubeos. La democracia no está hecha para gente perfecta". IUL

Maniatados por corruptos (I)

Ciudadanos preocupados, urnas con poca memoria (II)

"No soy ningún capo ni 'metí la mano'; el caso se sobredimensionó" (III)

'Spain' no es tan 'different' (y IV)