"Hay que llegar hasta el final. Para que se regenere el sistema los culpables políticos tienen que asumir el daño que han hecho", ha dicho, citando a las cúpulas de PP, PSOE, IU, CiU y PNV. "Tienen que reconocerlo públicamente porque son los responsables por acción o por omisión de lo que ha pasado", ha agregado.
En su opinión, "los corruptos son los partidos y no la democracia" y, aunque pueden hacer falta algunos retoques legales, el problema fundamental es que "las instituciones encargadas de perseguir la corrupción están controladas por los partidos que la han protagonizado" y así "es muy difícil" prevenirla.
A su juicio, la 'operación Púnica' ha venido a confirmar que "la corrupción está institucionalizada" y que no se trata de "conductas aisladas de algunos golfos, sino de tramas" similares a las del "crimen organizado, pero a través de los partidos políticos tradicionales", con el objetivo de "saquear las instituciones".