Wulff pronuncia un discurso conciliador y pasa página a su complicada elección

AGENCIA EFE 02/07/2010 14:20

Wulff era el candidato preferido de la canciller alemana, Angela Merkel, para la presidencia y la coalición de gobierno tenía una mayoría suficiente para elegirlo por mayoría absoluta en primera ronda, pero un grupo de rebeldes en sus propias filas hizo que las cosas se complicaran bastante y fueran necesarias tres vueltas para su designación.

Elegido el miércoles pasado por la Asamblea Federal para suceder en el cargo a Horst Köhler, Wulff empezó hoy su discurso agradeciendo a su antecesor su trabajo durante seis años en ese puesto y resaltó especialmente su compromiso con África.

"Gracias a usted, hoy muchos nos damos cuenta de lo ligado que está el destino de Europa al de nuestro continente vecino", dijo Wulff.

El nuevo presidente también agradeció a Gauck y Jochimssen la confrontación electoral en la Asamblea Federal, que calificó de "noble y limpia" y de ayuda para fortalecer la democracia.

Wulff se dirigió especialmente a Gauck, antiguo luchador por los derechos civiles en la extinta República Democrática Alemana (RDA) que fue su principal contendiente, y le pidió que, como había hecho de cara a la elección, siguiera hablando de su experiencia bajo la dictadura, lo que, según el presidente, ayuda mucho a quienes también la sufrieron.

"Siga hablando de su biografía, con ello hace usted un aporte importante a la conciencia del país y ayuda mucho a quienes también tuvieron que vivir bajo el régimen de la RDA", indicó Wulff.

El gesto conciliador ante Gauck, a quien muchos de los correligionarios de Merkel parecían preferir, no es sorprendente si se piensa que el presidente federal debe estar por encima de los partidos, pero, tras las dificultades que hubo para su elección, tiene un significado especial.

En su discurso de toma de posesión, Wulff definió la integración de los extranjeros que viven en Alemania como uno de los puntos fuertes de su presidencia.

"¿Cuándo llegaremos a una situación en la que, independientemente del origen y la situación financiera, todos los niños tengan las mismas posibilidades de formación?", se preguntó Wulff.

El nuevo máximo mandatario germano expresó su esperanza en que llegue el momento en el que todos los niños que crezcan en el país hablen perfectamente el alemán.

Para llegar ahí, según Wulff, se necesita que "pensemos menos en lo que nos separa y más en lo que nos une" y habló, de cara a la numerosa población musulmana que vive en Alemania, de la tradición común de las religiones monoteístas.

Wulff también defendió el trabajo de los partidos políticos, con frecuencia blanco de críticas en Alemania, y elogió los logros del actual gobierno y del anterior en la lucha contra los efectos de la crisis económica.

"El sistema de partidos es a veces mucho mejor que su reputación", opinó Wulff, quien agregó: "nuestro país se ha recuperado de la crisis más rápidamente que cualquier otra nación industrializada. Eso es un gran logro en el que este gobierno y el anterior tuvieron buena parte, junto con otros actores como sindicatos responsables y empresarios previsores".

Ese elogio a los partidos por parte de Wulff, que alcanza tanto a los actuales formaciones de gobierno como al Partido Socialdemócrata (SPD) que integró el gabinete de la gran coalición, se produce justo cuando éstos son blanco de críticas por diversos motivos, entre ellos la forma en que se produjo su elección.

Wulff fue prácticamente impuesto por las cúpulas de la Unión Cristianodemócrata (CDU), la Unión Cristianosocial de Baviera (CSU) y el Partido Liberal (FDP), pese a la preferencia por Gauck de algunos delegados de esas fuerzas políticas y de buena parte de la población.

Los partidarios de Gauck precisamente sostenían que era conveniente elegir a alguien que no fuera un político de carrera, como sí lo es Wulff, que paso directamente de la jefatura de gobierno de Baja Sajonia a la presidencia.

Rodrigo Zuleta