Según han informado fuentes socialistas, así se ha pronunciado Zapatero en su discurso final en el Comité Federal de su partido para responder las intervenciones de sus dirigentes, que han pedido la palabra tras el anuncio de su líder de no presentarse a la reelección.
Culminar las reformas para salir de la crisis, afrontar las elecciones del 22 de mayo y poner en marcha el proceso de primarias en su partido para elegir el candidato a las generales son las tres tareas que Zapatero ha puesto a su partido para el año "más importante para España", convencido de que el PSOE tiene "inteligencia y cerebro femenino" para poder hacerlas a la vez.
"Orgulloso" de su partido incluso antes de nacer, ha dicho Zapatero a los miembros del Comité Federal, el líder socialista ha pedido al PSOE que se sienta orgulloso de elegir democráticamente a su próximo candidato.
Zapatero entiende que, "lejos de tener vértigo" a unas primarias, este proceso da seguridad a los ciudadanos porque, ha dicho: a la sociedad "le gusta que elijamos democráticamente".
Ha reconocido que tras lo escuchado en los últimos meses y días, se siente orgulloso de la "libertad de expresión" de su partido, donde "permanecen vivos los afectos y los respetos".
Zapatero ha insistido en que no hay que temer a las primarias y en que ante este proceso sólo pueden tener vértigo el PP y su presidente, Mariano Rajoy, que hacen una "interpretación 'sui generis' de la democracia" a la hora de elegir a sus candidatos.
En tono irónico, Zapatero ha dicho que "es para nota" que la crisis económica, que lógicamente desgasta a un Gobierno, desgaste también al principal partido de la oposición", y se ha planteado la celebración de un "seminario de sociólogos" para encontrar una explicación a ello.
Ha querido trasladar a sus compañeros de partido un mensaje de ánimo y les ha emplazado a que no se dejen cambiar por las encuestas, porque son los socialistas quienes pueden cambiar los sondeos.
"No es momento de balance, sino de acción. Soy presidente del Gobierno y secretario general del partido y voy a ejercer", ha resaltado Zapatero antes de asegurar que tenía diseñado su plan desde hace tiempo y augurar que éste "saldrá bien".
Se ha sentido Zapatero "más orgulloso que nunca" del PSOE en esta legislatura por cómo ha aguantado en momentos difíciles y por haber actuado "como una piña".
Para el año que queda antes de las elecciones generales -el "más importante para España", ha dicho-, Zapatero se ha propuesto "culminar las reformas y la renovación del modelo productivo" y "alejar cualquier sombra de duda sobre la confianza" en el país, que están "tocando con los dedos".
Según Zapatero, en la segunda tarea, la de las elecciones del 22-M, los ciudadanos valorarán al PSOE en su conjunto, pero le apreciarán más cuanto más crean los socialistas en su propio proyecto.
Si el PSOE asume con normalidad democrática su decisión, ésta será positiva para los comicios autonómicos y municipales de mayo, ha apostillado.
Más allá de esos comicios, Zapatero ha augurado la victoria socialista en 2012 y ha dicho: "llegar al último día de la legislatura será nuestro triunfo y el fracaso del PP".
Tras resaltar el activo que para la campaña socialista supone el Plan E, Zapatero ha recordado que mañana viajará a Murcia en un acto de precampaña y que se "ocupará un poquito del PP porque él se ha preocupado mucho de mí".