15 activistas se encadenan ante la sede de la UpM en defensa de la Flotilla

EUROPA PRESS 05/07/2011 14:52

15 miembros de la plataforma Rumbo a Gaza se han encadenado este martes en defensa de la II Flotilla por la Libertad a las puertas del Palau de Pedralbes, sede de la Unión por el Mediterráneo (UpM), donde se celebraba la toma de posesión de Youssef Amrani como secretario general de la UpM.

Los manifestantes han reivindicado de esta forma la aplicación del derecho internacional: "Libre acceso a Gaza y libre circulación marítima", según ha declarado a Europa Press de un portavoz de los concentrados.

De forma simbólica se han encadenado a algunos de los mástiles de las 42 banderas que ondean en el exterior del palacio y que representan a los países que integran la UpM, e incluso han atado la palestina al mismo mismo mástil que sostiene la de Israel.

Los activistas, con camisetas verdes con la leyenda 'Palestine free' --Palestina libre--, han portado además carteles en los que se podía ver impresos lemas como 'Mientras el UpM habla, la Flotilla actúa' y 'Libertad para la Flotilla. Libertad para Gaza'.

Su intención era también entregar una carta a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, para tener una entrevista urgente con el fin de ser informados sobre los movimientos del Ministerio ante las actuaciones griegas que consideran "ilegales y contrarias a las leyes internacionales, europeas y griegas".

Durante esta movilización, en el interior del recinto, participaban en la toma de posesión de Amrani, además de la ministra, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé; el de Egipto, Ahmed Fathallah, el de Marruecos, Taïb Fassi Fihri; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Mientras tanto, los activistas que viajan a bordo del barco francés de la Segunda Flotilla para la Libertad, que ha conseguido abandonar ya las aguas griegas y está en aguas internacionales, tienen intención de llegar a la Franja de Gaza, destino final de esta iniciativa, en un plazo de 72 horas, según ha adelantado la eurodiputada Nicole Kill-Nielsen.