Así lo han dicho durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia Nacional, en el que el fiscal ha pedido un año de cárcel para cada uno de ellos por un delito de desobediencia, en lugar del delito de enaltecimiento de terrorismo que solicitaba en su escrito provisional, mientras que la defensa ha pedido la absolución.
Daniel Burgos, encargado del bar Zurgai de Pamplona, ha contado que las fotos de los presos las colocaron allí sus familiares para que se les escribiese y ha dicho que cuando la Policía les pidió que quitaran las imágenes colocaron siluetas porque, en su opinión, quitándolas se "atentaba contra la libertad de expresión".
Ha asegurado que su función en el establecimiento es la gestión del bar y las actividades culturales que se realizan en el mismo, pero que no son actos de enaltecimiento del terrorismo, aunque ha añadido que estos sí se realizan en la plaza en la que se ubica el bar, pero sin relación con éste.
El agente de Policía que acudió al local el 3 de agosto de 2009 para pedir que quitaran las fotos ha asegurado que Goñi, que trabajaba como camarera, se negó a quitar las imágenes porque "no era su responsabilidad", y ha añadido que entre las instantáneas también se encontraban las de etarras huidos de la Justicia.
Preguntado por los actos de recibimiento a los terroristas ha explicado que se realizan en la plaza y que el local es una herriko taberna que sirve como refugio a la gente cuando va la Policía.