La Agencia Tributaria, la misma que no encuentra rastro de actividad delictiva por parte de la Infanta Cristina, tiene absolutamente cercado a Iñaki Urdangarín, el otro socio de Aizoon.
Hace justo un año realizaron una exhaustiva inspección a la sociedad propiedad de los duques de Palma.
Querían saber por qué empresas como Mixta África pagaba al duque de Palma 6.000 euros al mes por trabajos aparentemente inexistentes. Pero también descendieron al mínimo detalle. Por ejemplo: Hacienda llegó a preguntar que pintaba en los gastos de Aizoon descargas de música de I-Tunes o de la tienda virtual Amazon.
Otro gasto que no le cuadró a la Agencia Tributaria fueron los casi 7000 euros de hotel de lujo en Austria o los 1.500 en el Hotel Marqués de Riscal en La Rioja. Tampoco los gastos de una fiesta infantil ni varias facturas de teléfono domiciliado en carretera del Pardo S/N de Madrid, es decir, en el Palacio de la Zarzuela.
Un especialista en derecho fiscal del mismo bufete al que pertenece Mario Pascual fue el que se enfrentó a las incisivas preguntas de una inspectora de la Agencia Tributaria y, a juzgar por el resultado, con muy poco éxito. Muchas preguntas se quedaron sin respuesta y la inspección se saldó con dos delitos fiscales para el duque de Palma.