Alfonso Guerra: "La gente va a reaccionar y no de forma tan pacífica como quisiéramos"

Informativos Telecinco / Agencias 02/06/2013 11:33

El diputado más veterano del Congreso, donde tiene escaño desde la legislatura constituyente de 1977, lanza esta advertencia durante una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la publicación del tercer tomo de sus memorias 'Alfonso Guerra. Un socialista sin fisuras', editado por Planeta.

Guerra sostiene que el mundo está "en el peor momento" como consecuencia del paso del capitalismo productivo al capitalismo financiero. En su opinión, se ha optado por despreciar "la industria y lo productivo" porque el intercambio de acciones "permite ganar mucho más dinero" y de ahí vienen todos los males actuales. "Ya no quieren tener que luchar con sindicatos, sólo quieren financieros y eso va a arruinar al mundo".

El socialista recuerda que antiguamente la diferencia salarial entre "el director y el peón" era de "uno a veinticinco, a veces de uno a cincuenta, pero es que ahora está uno a mil". "Hoy hay muchos dirigentes de empresa que en un día ganan lo que su empleado en todo un año. No podemos estar así, no es posible, la gente, antes o después, va a reaccionar. Arriba la élite está teniendo unas fortunas obscenas. Esto no se puede sostener, en algún momento va a terminar, probablemente no tan pacíficamente como quisiéramos".

Necesaria "reconversión" de los partidos

En este contexto, apuesta porque los partidos, incluido el suyo, se sometan a una "reconversión" para dar cumplimiento al artículo 6 de la Constitución, que les "exige funcionar democráticamente internamente". "Hay muchas mejoras posibles a ese respecto en todos los partidos", destaca, pero no quiere ni oír hablar de primarias o listas abiertas porque para él "eso es menos democrático".

Preguntado entonces sobre qué habría que hacer, apuesta por "vivificar los centros de reunión" y recuerda cómo Pablo Iglesias usó las Casas del Pueblo para crear bibliotecas que sirvieron para "educar a millones de personas". "Hoy los centros de reunión (agrupaciones socialistas) tienen que tener otra razón de ser, pero tienen que ser elementos vivos, porque que no son muy vivos", avisa.

Al ser interrogado sobre la posición que mantienen los socialistas catalanes ante el proceso soberanista abierto en Cataluña, Guerra reconoce que el PSC actual y aquel con el que el tuvo que lidiar desde la cúpula del PSOE "se parecen en poco". "El PSC entonces era la oferta socialista en Cataluña y ahora está dentro de lo que yo llamo el nacionalismo orgánico. Ahora está dentro del nacionalismo y por tanto, los catalanes se quedan sin una oferta socialista".

Aquí no dimite nadie

Esta tercera entrega de las memorias de Guerra arrancan en 1991 cuando, acosado por el caso de corrupción en el que se vio inmerso su hermano Juan, decide dejar el Gobierno. Ahora que las tramas corruptas vuelven a estar de actualidad, Guerra se lamenta de que en España "no dimite nadie" cuando, para él, "dimitir es noble y no un fracaso".

Dice desconocer por qué "la gente se agarra" a sus puestos, sobre todo porque "la vida política es bastante dura e ingrata". "Hay gente que siempre busca la gratitud de los demás y, si ese es tu objetivo nunca vas a estar contento", advierte. Él, por contra, garantiza que no es amigo de "distinciones".

Rubalcaba, a tope o nada

Preguntado sobre si ve al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, sometiéndose a una nueva reválida en las urnas, indica que esa decisión dependerá primero de lo que él quiera hacer y luego tendrá que contar con la "rúbrica" del partido. "No sé si está con ánimo de repetir. Aquí los presidentes que ha habido han gobernado siempre a tercera. No sé si tendrá intención, interés y fuerza, porque en la política hay que tenerla", puntualiza antes de recurrir a un símil aeronáutico.

Cuando se le interroga por su futuro, recuerda que en la última convocatoria electoral aceptó presentarse de nuevo al Congreso pero reservándose el derecho de no agotar la legislatura. "Esa puerta la tengo abierta", añade. Sin aclarar, porque dice que no lo sabe, si volverá a ir en las listas en 2015, deja claro que aún se siente con fuerzas.