Ardanza espera que la democracia "sepa ser generosa" ante el fin de la violencia, como "lo fuimos todos en el 76"

EUROPA PRESS 04/10/2011 12:48

El ex lehendakari José Antonio Ardanza ha afirmado que espera que la "democracia sepa ser generosa ahora que el fin de la violencia no tiene marcha atrás", para ver "cómo vestimos el final de la violencia" ante lo sufrido "por unos y por otros", para "lograr entendernos entre todos".

Ardanza se ha mostrado "enormemente feliz" con el momento que atraviesa el País Vasco en relación al fin de la violencia, ante el que se ha mostrado "muy optimista", y ha afirmado que en sus 14 años como lehendakari "soñaba con que llegáramos a este momento".

El ex presidente vasco se ha manifestado de esta manera durante una rueda de prensa celebrada en Bilbao, en la que Ardanza ha llevado a cabo la presentación de sus memorias bajo el título "Pasión por Euskadi", acompañado por el editor de la editorial Destino, Ramón Perelló.

Durante su comparecencia, el ex lehendakari ha señalado que durante su mandato "añoró" el momento que actualmente se vive en Euskadi respecto al fin de la violencia, unos momentos "en los cuales por fin la violencia no tiene protagonismo en este país" y donde "todas las ideas políticas pueden concurrir al debate político".

Así, ha señalado que durante su mandato soñaba con un tiempo político en el que "todos los ciudadanos puedan mostrar su opción política a través de su voto". "Ése era el ideal con el que soñaba durante los 14 en los que estuve al frente del Gobierno vasco", ha afirmado.

SIN MARCHA ATRÁS

"Cuando veo que esta situación se está realmente aproximando y creo de verdad que estamos entrando en ella ya sin marcha atrás, me siento enormemente feliz ya que, al margen de lo que puedan ser los avatares circunstanciales de la política, habrá que reconocer que todo ese tiempo de treinta y tantos años -de violencia- han fracasado", según ha explicado.

El ex lehendakari ha celebrado que la sociedad "ha sabido imponerse a un proyecto belicoso", para añadir que espera que "la democracia sepa ser lo suficientemente generosa, con unos y con otros, como lo fuimos todos en el año 76-77".