En respuesta a una pregunta parlamentaria sobre el derribo del monolito de Sa Feixina, la líder del Ejecutivo balear ha considerado que, si se quieren "cerrar heridas, no es posible que haya muertos en las cunetas" y, en este sentido, ha defendido que "no es posible que se exhiba" lo que exalte "simbología fascista y a quienes derrocaron un Gobierno democrático".