La joven vivía con su madre, su abuela y sus tías en el domicilio familiar situado en Pontevedra, según explica el escrito fiscal y, en cumplimiento del régimen de visitas acordado entre sus padres, iba al domicilio de su progenitor, J.F.C.A., en A Cañiza.
Según el relato de los hechos que hace la Fiscalía, en una de esas visitas, cuando contaba con 11 años de edad, el procesado con "ánimo de satisfacer sus deseos lúbricos", propuso a su hija ver una película de contenido pornográfico.
Al tiempo que estaban viendo la película el acusado mostraba a su hija un libro de contenido sexual y, en determinado momento, según recoge la Fiscalía, le preguntó si sabía lo que era el semen y si quería verlo, pidiéndole que le acompañara a una de las habitaciones de la casa donde comenzó a masturbarse, enseñándole a su hija el pene.
Según indica el escrito de acusación, unos días después, en una nueva visita, su padre le pidió que le masturbara para, a continuación, practicar diversos tocamientos a la menor. Ya en posteriores encuentros el acusado, aprovechando que se quedaba a solas con la menor, repetía estos abusos, una situación que continuó hasta que la niña cumplió los 14 años y se lo contó a quien en ese momento era su novio.
El Ministerio Fiscal entiende que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales por el que pide que se le imponga una condena de diez años de prisión. En concepto de responsabilidad civil la Fiscalía solicita que el procesado indemnice a la víctima en la cantidad de 12.000 euros por daños morales.
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha señalado el juicio para este jueves, 27 de septiembre, a las 9.45 horas.