El nuevo retraso, debido a la mala salud de la madre del mediador -el senador socialista Johan Vande Lanotte-, ha provocado que la atención se centre hoy en los mercados, donde se empiezan a hacer visibles las consecuencias de 211 días sin gobierno.
Alberto II no recibirá esta tarde a nadie en el palacio de Laeken, pese a que sí ha querido aprovechar el día de hoy para, desde su papel de elemento unificador en el país (uno de los pocos que persisten en Bélgica), pedir al gobierno en funciones un presupuesto con un recorte del déficit aún más ambicioso que el prometido a la Comisión Europea (CE) (del 4,1 por ciento del PIB).
Para ese propósito que reclama el rey, se podría optar por materializar la propuesta del ministro de Finanzas en funciones, Didier Reynders, quien ha abogado estos últimos días por la constitución de un Gobierno provisional con competencias limitadas que pueda aprobar los presupuestos y mitigar el nerviosismo de los mercados ante la falta de Ejecutivo.
La urgencia de la situación económica ha difuminado por un día las rencillas entre flamencos y valones y las mutuas acusaciones por el fracaso de la última opción de llegar a acuerdo, la propuesta de Vande Lanotte presentada la semana pasada y rechazada frontalmente principalmente por dos partidos flamencos: NV-A (soberanistas) y la CD&V (democristianos).
El diferencial de la deuda a diez años entre Bélgica y Alemania ha sobrepasado hoy los 140 puntos base, un 1,4%, es decir, el récord desde la instauración del euro.
El diario flamenco De Morgen, ha despertado este lunes señalando que Bélgica "avanza en la lista de los países con riesgo de quiebra en un inquietante decimosexto lugar", tras Líbano o Rumanía, en el estudio del especialista en análisis de mercados Credit Market Analysis.
Las empresas del país también están sufriendo la falta de nuevo gobierno seis meses después de las elecciones.
Según el diario económico neerlandés Het Financieele Dagblad, el atasco político "está costando mucho dinero a las sociedades", pues los pedidos internacionales están bajando por el descrédito de la economía del país en los mercados.
El N-VA está dispuesta a ser "constructiva" a la hora de dar apoyo a las medidas presupuestarias que sean necesarias, aunque ha matizado que no hará lo propio a ningún nuevo Gobierno provisional que no sea acordado de forma mancomunada, ha apuntado el diputado soberanista Jan Jambon.
La propuesta de Vande Lanotte se centraba en la cesión a las regiones del 26% del IRPF belga, una iniciativa que, sobre el papel, debía contentar a los flamencos.
Además, se proponía escindir el distrito electoral que une a Bruselas con su periferia flamenca; suprimir el Senado; modificar la financiación de la región de la capital y descentralizar más competencias, como las del Ministerio de Justicia.
La mayoría de partidos francófonos, entre ellos los socialistas del PS, se han mostrado partidarios de continuar negociando a partir de la iniciativa del mediador sin perjuicio de que se tomen medidas presupuestarias mientras tanto.
"Estamos a favor de una negociación en el marco de un Gobierno provisional para aprobar las decisiones presupuestarias para hacer frente a nuestras obligaciones europeas", ha dicho el portavoz del PS.
El rey deberá decidir mañana si compele a Vande Lanotte persistir en su misión o se inclina por otro mediador, para lo que se especula ya entre varios candidatos, como el propio líder de la NV-A.
De Wever, que se ha dicho "dispuesto" a asumir de nuevo esa tarea que ya desempeñó en octubre, es partidario de dejar de lado el trabajo realizado por el último mediador y tomar una hoja en blanco para que cada partido establezca lo que espera del nuevo reparto competencial.