Así lo asegura Blair en el último número de la revista "Vanity Fair", en la que, entre otras cosas, califica de "brillante" la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, que impulsó el presidente español, para fomentar el diálogo entre culturas y religiones.
"España tiene una tradición interesante en política internacional", sostiene al ser preguntado sobre el papel de este país en el mundo y destaca sus "alianzas con Latinoamérica", que es un país "fuerte en Europa" y que debe estar en el G-20".
Blair evita hacer comparaciones sobre la política internacional que lleva a cabo el presidente del Gobierno con su antecesor en el cargo, José María Aznar.
"Lo que pienso no lo voy a comentar. Tengo una posición internacional, la política nacional es para vosotros", asegura entre risas, según la revista.
Sobre su relación con el ex presidente Aznar, dice que es "un buen amigo", de hecho recuerda que cuando estaba negociando el acuerdo del "Viernes Santo (1998)" -para lograr un acuerdo de paz en el Ulster- habían planeado pasar las vacaciones juntos, con sus respectivas familias, en España.
"Mi familia se fue primero y yo me quedé en Irlanda del norte. Así que yo llegué dos días más tarde a Doñana; luego fui a Córdoba, donde tengo amigos. Me encanta España", añade Blair.
Preguntado sobre si Aznar le pidió consejo para solucionar el conflicto vasco, reconoce que hablaron del tema, aunque recuerda que la situación es diferente con respecto a Irlanda del norte.
"En España el Gobierno ha recorrido un largo camino para acercarse a la otra parte, que sigue con sus aspiraciones separatistas basadas en la violencia", indica el ex primer ministro, antes de añadir: "en un mundo sin fronteras y globalizado, ¿qué sentido tiene un movimiento terrorista independentista?.