Como es agosto, fuera del periodo ordinario de sesiones, el Pleno del martes tiene carácter extraordinario y requería la firma de la mayoría absoluta de los diputados (176). PSOE y PP llevaban días recabando esos avales.
Además, y como ocurre con todas las proposición de ley, el presidente de la Cámara ha remitido el texto de la iniciativa al Gobierno para que dé su conformidad, ya que el Ejecutivo tiene capacidad de veto si se trata de propuestas que supongan aumento de gasto o reducción de ingresos.
Obviamente, el visto bueno del Ejecutivo se da por garantizado dado que fue el presidente José Luis Rodríguez Zapatero quien lanzó esta semana la idea de reformar la Constitución y quien ha participado en las negociaciones del texto.
Por otra parte, el martes 30 de agosto también se reunirán la Mesa del Congreso, que deberá avalar la tramitación de la iniciativa por la vía de urgencia y en lectura única, y la Junta de Portavoces, que debe ordenar la sesión plenaria.
EL VIERNES, SEGUNDO 'ROUND'
El calendario que manejan los dos grandes partidos incluye que, una vez que la reforma sea admitida a trámite, se abriría un plazo de 48 horas para presentar enmiendas de totalidad y al articulado que se discutirían en una segunda sesión plenaria a celebrar el viernes 2 de septiembre, también a partir de las diez de la mañana.
Para convocar este segundo Pleno ya no se precisaría contar con 176 diputados porque, al estar dentro del periodo ordinario de sesiones, bastaría con la firma de los portavoces de los dos grupos parlamentarios.