No me enfrento más a las empleadas de facturación porque se que no tienen la culpa, pero si viese ahora mismo a un controlador no sé qué le haría", ha dicho un pasajero nada más escuchar por megafonía, pasadas las once de la mañana, que Iberia no podrá operar vuelos al menos hasta mañana a las 06.00 horas.
El calificativo más suave hacia los controladores por parte de los pasajeros más enfadados es "sinvergüenzas", y muchos de los afectados opinan que "habría por lo menos que sancionarles, y mejor que eso echarles, porque esto es una vergüenza, algo intolerable".
La mayoría de los viajeros se muestra tranquilo y exige explicaciones de manera educada, conscientes de que la situación que se vive hoy en Barajas "no es culpa de las compañías ni de sus empleados", aunque se quejan de que falta información concreta.
Cuando Iberia ha anunciado por megafonía que debido a "la huelga salvaje" de los controladores se ve obligada a suspender sus vuelos hasta mañana por la mañana y ha recomendado a los pasajeros que "retornen a sus domicilios", un fuerte murmullo ha recorrido la terminal 4, y algunas personas han roto a llorar.
Iberia ha informado de que desde ese momento era gratuito el servicio de Metro desde el aeropuerto, para ayudar a los pasajeros a abandonarlo.
También ha informado a los pasajeros de los vuelos con destino a Barcelona, Málaga, Sevilla, Alicante y Santiago de Compostela de que podrán viajar en autobús si así lo desean.
El Samur cuenta hoy en Barajas con un dispositivo preventivo de cinco unidades móviles con una veintena de facultativos para atender posibles incidencias entre los pasajeros, aunque por el momento su intervención no ha sido necesaria.
El aeropuerto de Barajas tenía previsto operar hoy 1.038 vuelos, de los más de 2.400 previstos en toda España, todos los cuales han sido cancelados.