"No es un buen ejemplo para la convivencia y el lógico debate de las ideas políticas", ha reprobado en rueda de prensa el vicesecretario de Coordinación Institucional, Lluís Maria Corominas.
La misma Rigau ha descartado denunciar a la treintena de personas, y ha lamentado que el Ayuntamiento de Terrassa no haya trabajado con la Generalitat "para hacer entender la situación a los padres" de los alumnos afectados por el cierre.