En rueda de prensa este jueves en el Colegio de Periodistas de Lleida, Camps ha asegurado que el cese no se debe a su gestión en Urbanismo, sino a que en los últimos dos años se negó a firmar algunas facturas, intentando "poner freno y trabas a una manera de hacer política y de gastar el dinero público" que considera inadecuada.
La socialista ha reprochado a Ros su gestión, por considerar que ha hecho del Ayuntamiento un "coto familiar y clientelar", y se ha referido a facturas desproporcionadas en Protocolo por valor de 35.000 euros para comprar corbatas y fulares de diseño, y al gasto de 1.500 euros para manutención y alojamiento en un hotel durante un viaje oficial de Ros a China, unos gastos que pagaba la Universitat de Lleida (UdL), según ella.
"Para demostrar que esta declaración pública no responde al cese de ayer quiero manifestar que ya en el mes de diciembre yo puse en conocimiento de judiciales pertinentes algunas irregularidades administrativas o quizás jurídicas para que fueran investigadas", ha señalado Camps, y no ha descartado que pueda denunciar más irregularidades.
También ha explicado que ella misma solicitó por escrito el amparo al secretario general y al interventor del Ayuntamiento para resolver de forma inmediata cuestiones como el nombramiento de una periodista en régimen eventual en el grupo municipal socialista sin su autorización --que era necesaria-- y la retención durante unos meses de facturas de móvil de ella misma y dos personas de su confianza.
Además, según Camps, los diferentes puntos de vista sobre el soberanismo --ella se ha mantenido siempre en el federalismo-- es otro de los temas en los que se ha distanciado de Ros: "Las votaciones del 2013 hicieron que las tensiones del grupo se agravaran".
Ha relatado que intentó que compañeros de partido mediaran en la manera de gestionar el Ayuntamiento, y fue cuando no encontró apoyos decidió recurrir a instancias judiciales: "Mi forma de intentar que el dinero público se gaste de la mejor manera no ha sido compartida y he sido un estorbo, y se ha optado por la vía más radical, que es el cese".
"Buena parte de la discrepancia es que yo me he negado en algunos momentos a ser cómplice de estas prácticas irregulares; algunas, dentro de la legalidad, pero que para mí no se adaptan la ética de servidor público", ha señalado.
Marta Camps ha insistido en que relaciones familiares en el Ayuntamiento predominan a veces en las relaciones políticas y eso puede dar lugar "a malas prácticas y vicios en la relación".
De esta manera, la concejala ha aludido al yerno del alcalde, José Crespin, y al jefe de gabiente y a "amigos y el círculo íntimo" que, a su juicio, no ha ayudado a que las cosas mejoraran.
CONTACTOS CON ICETA Y ESCARP
La concejala ha contado también que ya había avanzado al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que en el grupo "había mucha tensión y malestar", y que antes de convocar la rueda de prensa ha avanzado parte de su contenido a la secretaria de Organización del PSC, Assumpta Escarp.
Ha insistido en que ella no ha renunciado a formar parte de la lista del PSC a las municipales a pesar de las presiones, ha reprochado a Ros que la aparte sin esperar "a la democracia interna que supone la votación en una asamblea" y ha señalado que nunca ha cuestionado que el alcalde quisiera repetir en el cargo.