La madre de una víctima del monitor de ciclismo absuelto critica que prevalezcan los derechos de "los delincuentes"

EUROPA PRESS 10/02/2015 14:08

La madre de una de las víctimas del monitor de ciclismo acusado de abusos sexuales se ha preguntado este martes dónde están los derechos constitucionales de los afectados después de que la Audiencia Provincial de Madrid le haya absuelto por un error de forma, criticando que prevalezcan los derechos de "los delincuentes".

Javier G.V. fue recientemente juzgado por múltiples delitos de utilización de menores para la elaboración de material pornográfico y abuso sexual, entre otras infracciones penales. Tras el juicio, los magistrados le exoneraron al decretar la nulidad de la orden de entrada y registro que permitió la obtención de pruebas.

La nulidad se produjo porque hasta ese preciso momento, la policía atribuía al procesado la adquisición de tres DVDs con material pedófilo. Esa imputación está penada con multa o una pena de tres meses a un año de cárcel, pero se considera jurídicamente insuficiente para proceder a una diligencia invasiva de los derechos constitucionales de las personas, como es la de la entrada y registro.

Alicia, la madre del chico, ha asegurado a Europa Press que le parece "indignante" la sentencia dictada por los magistrados de la Audiencia madrileña. "Sólo prevalece el derecho constitucional del acusado y el de las víctimas donde está", se ha preguntado.

Además, ha subrayado que en Valdemoro siempre fue un bulo el hecho de que este monitor podría abusar de los chicos, una situación que sufrió su propio hijo con 10 años. "Mi hijo se lo contó a su hermano y yo rápidamente le quité de la escuela. Era una persona muy embaucadora", ha dicho.

La madre recurrirá a través de su abogada, que ejerce una de las acusaciones en el procedimiento judicial, que recurra el fallo ante el Tribunal Supremo para que el procesado acabe en prisión.

El fiscal solicitaba para el acusado 89 años y dos meses de prisión por tomar fotografías de menores desnudos entre 2010 y 2012, aprovechando su condición de monitor de ciclismo.

Los niños, que tenían edades comprendidas entre los 10 y los 14 años, solían acudir a casa del acusado después de las excursiones que realizaban por la sierra de Madrid.