Durante la participación este domingo en la celebración del aniversario número 129 de la toma del morro de Arica, el candidato de la Coalición por el Cambio dejó su asiento en tercera fila y se situó en la pista para saludar a los asistentes.
Esto molestó a las autoridades locales y a los parlamentarios oficialistas que se encontraban en el desfile, quienes acusaron al miembro del partido Renovación Nacional de sacar provecho político de un acto oficial del Ejército.
La polémica se agudizó este lunes, cuando el portavoz de la Concertación de centroizquierda, el socialista Camilo Escalona, tildó a Piñera de "candidato bananero" y defendió que "las Fuerzas Armadas no pueden ser objeto de instrumentación política".
"El país tiene un doloroso recuerdo cercano de la gravedad que significa que las instituciones de la Defensa nacional se transformen en el sector controlado, manipulado, instrumentalizado desde la derecha", dijo en alusión a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Piñera replicó a Escalona, también presidente del Partido Socialista, al declarar que la molestia de la coalición oficialista se explica por el "grado de desesperación de la Concertación, porque sienten que se les escapa el poder de las manos".
"Fui invitado por el Ejército y me sorprende la reacción y pequeñez que muestran algunos personeros de la Concertación. ¿Qué les pasa? ¿Por qué tanta agresividad, beligerancia y odiosidad? Es natural y lógico que todos los chilenos podamos participar", dijo.
A la controversia se sumó el candidato de la Concertación, el ex presidente (1994-2000) y senador demócrata cristiano Eduardo Frei.
"Cuando uno está de candidato tiene que tener un cierto respeto por las situaciones, pero ya cada uno actúa como quiere, los chilenos tendrán que juzgar en diciembre", cuando se celebren las elecciones presidenciales, dijo Frei.
En tanto, la portavoz del Gobierno, Carolina Tohá, rehusó opinar sobre la actuación de Piñera y las críticas del oficialismo, y llamó a los candidatos presidenciales a respetar la naturaleza de los actos públicos a los que son invitados.
Según los más recientes sondeos, Piñera tiene un apoyo popular del 35%, seguido del candidato socialista independiente Marco Enríquez-Ominami (26%) y de Frei (22%).
La Concertación, la unión de varios partidos de centroizquierda, gobierna ininterrumpidamente Chile desde 1990, tras el final de los 17 años de dictadura de Pinochet.