Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, "aprovechando" las características del menor, que tiene "alta vulnerabilidad a la sugestión y a la influencia externa" y una edad mental inferior a la real, le invitó a entrar en la cocina en dos ocasiones, donde abusó de él.
El acusado declaró que no lo invitó al establecimiento ni estuvo a solas con él, negando todos los hechos; aunque la testifical practicada, según dice la Sala, "reveló sin género de dudas que los hechos se produjeron" como se declara probado en la sentencia, incidiendo en la declaración de la víctima.
El tribunal considera que el relato de la víctima fue "conciso y directo" y puso de manifiesto unos hechos que "le causaron un daño psicológico innegable" y que, "por su débil voluntad, atendidas sus circunstancias personales, no supo evitar las pretensiones del acusado".
Se señala que el que el menor tardara dos años en denunciar "no resta credibilidad a su testimonio", incidiendo en que su declaración fue "suficientemente reveladora de lo sucedido" y en que no lo dijo antes por "vergüenza" y por "miedo". Así, al acusado se le condena por un delito continuado de abuso sexual.