“Que me den la herramienta, el instrumento, a mí y a la justicia para poder controlar las filtraciones. Esto me parece un problema de una extraordinaria gravedad”, afirmó Jose Manuel Maza.
El mejor ejemplo de las diferencias internas en la Fiscalía quedó patente esta semana con el documento en el que los fiscales de anticorrupción del caso Lezo apuntaban al numero dos del Ministerio del Interior, José Antonio Nieto, como presunto autor de un chivatazo sobre la operación. Maza pidió disculpas a Nieto por las acusaciones que a su juicio fueron “injustas”. El documento, procedente de un sumario secreto, han sido filtrados a la prensa por la propia Fiscalía.
Durante años el derecho a la información ha cohabitado con la defensa de los derechos de los investigados. “Si se tipificara como un delito el que los medios publicáramos secretos de los sumarios, en España […] prácticamente el periodismo estaría muerto”, afirma el director de El Mundo, Pedro García Cuartango.
Precisamente son las filtraciones de los últimos casos de investigación como el caso Lezo o el del 3% en Cataluña los que han puesto en duda las formas de actuar del Ministerio fiscal.