Consejo de Estado avisa que la Marca España no tiene "anclaje" en la Ley de Acción Exterior y pide una normativa propia

EUROPA PRESS 12/06/2013 13:13

El Consejo de Estado ha avisado en su informe al anteproyecto de Ley de Acción Exterior de que la 'Marca España' es una "idea" que no tiene "anclaje" en este texto y ha recomendado que se mantenga su regulación en una normativa diferente. De lo contrario, ha alertado, su inclusión podrá resultar "perturbadora y potencialmenete disfuncional".

En el informe, al que ha tenido acceso Europa Press, el órgano consultivo del Gobierno ve "loable" el "propósito" de la Marca España, pero añade que se trata de "una denominación contingente de una determinada 'iniciativa política', que sin embargo carece del componente de esencialidad y estabilidad en la política exterior de España suficiente para figurar en una norma con vocación general y de permanencia".

Por ello, entiende que si bien la promoción de la imagen de España tiene que ser "naturalmente un vector importante en la política exteior", la inclusión de "referencias específicas" de la Marca españa en el anteproyecto "puede resultar perturbadora y potencialmente disfuncional".

A esto se añade que la Marca España es "un concepto que no está definido ni articulado previamente por ninguna norma de rango legal", sino que aparece regulada en un real decreto de junio de 2012 por el que se creó el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España.

Tal ausencia de "anclaje sustantivo" lleva al Consejo de Estado a "recomentar la posibilidad de mantener su regulación en una 'sedes materiae' distinta de la del texto", cuyo proyecto de ley llevará el próximo viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación al Consejo de Ministros.

Así lo exponen, en un informe de 49 páginas, José Manuel Romay Beccaría, Landelino Lavilla, Miguel Rodríguez-Piñero, Miguel Bravo Ferrer, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Fernando Ledesma, Alberto Aza, José Luis Manzanares Samariego, María Teresa Fernández de la Vega, Enrique Alonso García y Antonio Hernández-Gil.

CONTRADICCIÓN EN LA DEPENDENCIA DEL EMBAJADOR Y DE MINISTERIOS

Otro de los aspectos del anteproyecto que el Consejo de Estado matiza es la definición de las dependencias jerárquica, orgánica y funcional del personal del Servicio Exterior, ya que considera que no resulta "coherente".

En el anteproyecto, explica el informe, se hace referencia a la "dicotomía" entre la dependencia jerárquica del embajador y la órganica y funcional de los Ministerios de donde provenga el personal, una afirmación que, para el Consejo de Estado, cae en una "contradicción".

A su juicio, esta distinción de dependencias "no resulta coherente" porque la jerárquica y la funcional "son casi indisolubles". Según alega, la referencia a una dependencia jerárquica del embajador y una orgánica y funcional del Ministerio "no resulta de comprensión y desenvolvimiento fáciles".

Además, avisa de que el anteproyecto de ley, aunque deja clara la "dependencia jerárquica" de los funcionarios respecto al embajador, le "desapodera" de algunas facultades que tenía atribuidas por real decreto, como "la potestad disciplinaria", que el nuevo texto atribuye al Departamento del que dependa el empleado público.

LOS MILITARES NO DEPENDEN DEL EMBAJADOR

Al margen de esto, el informe también insta a Exteriores a "aclarar" que "en ningún caso" los miembros de las Fuerzas Armadas en misiones en el exterior dependen jerárquicamente del embajador, "ni siquiera con la cautela" que expresa el anteproyecto de que "será sin menoscabo de las normas propias de las Fuerzas Armadas". "El embajador --recalca el informe-- no ostenta una posición de jerarquía sobre los miembros de las Fuerzas Armadas en ningún caso".

Por otra parte, el Consejo de Estado presenta objeciones al modo en que aparece redactada la manera en que serán nombrados los embajadores y aconseja que se modifique para establecer que la designación recaerá "de ordinario en funcionarios de la carrera diplomática, atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia".

En el anteproyecto figura que los designados serán funcionarios de la carrera diplomática "sin perjuicio de que el Gobierno, en ejercicio de su potestad discrecional, pueda designar embajadores a personas no pertenecientes a la carrera diplomática".

El Consejo de Estado propone "suprimir la referencia a la potestad discrecional del Gobierno" e incluir la expresión "de ordinario" para así disponer que deberán ser funcionarios atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia, aun "sin desapoderar al Gobierno de la facultad de realizar nombramientos extraordinarios".

HAY QUE ACOTAR EL CONCEPTO DE ACCIÓN EXTERIOR

En el texto, los firmantes también cargan contra la definición de la Estrategia de Acción Exterior, ya que consideran que debería crearse como "un instrumento menos ambicioso", en cuanto a las actuaciones que pretende "abarcar", y "más concreto", en lo que se refiere a su "función y utilidad".

En general, el Consejo de Estado pide una revisión, para lograr "una mayor definición", de los conceptos de Política Exterior, Acción Exterior y Servicio Exterior del Estado, en los que se asienta el proyecto.

En concreto, a su juicio, el concepto de Acción Exterior se aplica de una manera "omnicomprensiva" que considera "excesiva" y "desorbitada", ya que incluye actuaciones de todos los órganos constitucionales, Administraciones Públicas, organismos, entidades e instituciones de ellas dependientes, organismos públicos, sociedades estatales, fundaciones públicas y entidades consorciadas. Se trata, en su opinión, de "una visión universalista de la Acción Exterior" que "puede resultar desmesurada y difícil de atender en la realidad".

También critica la exposición de motivos del anteproyecto, porque "su contenido excede del propio de un texto introductorio y explicativo". Así, rechaza las "reiteraciones innecesarias" y la presencia de algunas afirmaciones --como la "unanimidad" que dice que existía para una "reforma radical" del marco normativo de la acción exterior-- que, según el Consejo de Estado, requerirían "mayor mesura".

Asimismo, pide más "comedimiento" ante la voluntad expresada por el anteproyecto de querer "concluir un ciclo de aislamiento e irrelevancia internacionales y situar a España en el grupo de cabeza entre las naciones con notoriedad histórica y presente".