Los conservadores arrollan en Europa del Este, que sufre una gran abstención

AGENCIA EFE 08/06/2009 14:44

La derecha se impuso desde la oposición con un claro voto de castigo en Hungría, Bulgaria, Eslovenia y Austria, donde forma parte de la gran coalición gubernamental pero con un jefe del gobierno socialista.

En República Checa el Partido Democrático Ciudadano (ODS) de Mirek Topolanek, que cayó recientemente como primer ministro por una moción de censura, también ganó sin discusiones.

Así, como únicos bastiones de los partidos de centro-izquierda quedan Eslovaquia, con una clara victoria de la formación SMER del primer ministro, Robert Fico, y Rumanía, donde el Partido Socialdemócrata (PSD) venció por menos de un punto.

El PSD gobierna junto a los conservadores del Partido Democrático Liberal (PDL) pero no ha designado al primer ministro.

La derrota de la izquierda fue especialmente amarga en Austria, donde con un 23,8 por ciento obtuvo el peor resultado desde 1945, y en Hungría, país en el que conservador partido Fidesz, con un 56 por ciento de apoyo, barrió a los socialistas, que lograron un magro 17 por ciento, la mitad que hace cinco años.

La aplicación de un impopular plan de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Hungría por el gobierno liderado por los socialdemócratas ha llevado en volandas al Fidesz, que ha utilizado un discurso antiliberal en lo económico, al contrario que sus correligionarios del Partido Popular Europeo.

Los países de Europa del Este han sido los más abstencionistas de la UE y se han situado todos ellos por debajo de la media de participación, que para los Veintisiete se situó en el 43,09 por ciento.

En Eslovaquia se registró la abstención más alta de los Veintisiete con un 80,36 por ciento, pero menor en 2,67 puntos a la de 2004.

En Eslovenia, República Checa y Rumanía la abstención fue de alrededor del 72 por ciento, mientras que en Hungría supuso el 63 por ciento y en Bulgaria el 62 por ciento.

Los partidos euroescépticos, ultraderechistas y populistas han salido fortalecidos y han aumentado su presencia en la Eurocámara.

En Hungría el ultraderechista Jobbik (Movimiento por una Hungría Mejor), logró por primera vez entrar en el Parlamento Europeo con el 14 por ciento de los votos y tres escaños, muy cerca del 17 por ciento de los socialistas, la segunda fuerza del país.

El Jobbik y el movimiento paramilitar de la Guardia Húngara han aumentado su apoyo en los últimos meses con un discurso xenófobo contra la minoría gitana, que ha recibido críticas internacionales de organizaciones que velan por los derechos humanos.

En Rumanía el ultranacionalista Partido de la Gran Rumania (PRM), superó las expectativas mas optimista y logró dos escaños.

También la candidatura independiente de la hija del presidente de Rumanía, Elena Basescu, recibió un 4,2 por ciento de los sufragios y estará en el Parlamento Europeo.

En Eslovaquia el xenófobo Partido Nacional Eslovaco (SNS), con una dura retórica antihúngara, se hizo con un 5,55 por ciento de los apoyos y un diputado.

El Partido Liberal Austríaco (FPÖ), de clara tendencia ultraderechista, dobla en la república alpina sus resultados con respecto a 2004 y obtiene el 13,1 por ciento de los votos y dos representantes.

La gran sorpresa en Austria es el euroescéptico Hans-Peter Martin, un eurodiputado crítico con el supuesto despilfarro y corrupción que impera en las instituciones europeas y cuyo grupo logró tres diputados y el 17,9 por ciento de los sufragios.

De las formaciones ultras la peor parada ha sido la búlgara Ataka con el 11,69 por ciento de los votos, más de dos puntos menos que hace cinco años, y que logra dos asientos en la Eurocámara.