Así lo ha anunciado este miércoles el titular de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, quien ha explicado que los consejeros del ramo de las comunidades autónomas verán una nueva herramienta de financiación, los 'hispanobonos', si bien ha reconocido que "aún no está clara" y se ha visto ralentizada por la situación de los mercados.
"El mecanismo que habilitará el Gobierno será una suerte de pago a proveedores que va a permitir a las comunidades financiarnos y emitir deuda en mejores condiciones porque contará con el aval del Estado", ha señalado Romaní.
Asimismo, ha apuntado que en el CPFF las comunidades verán cómo se distribuye lo que ha quedado de los 35.000 millones de euros previstos en el plan de pago a proveedores, el cual, según el consejero, Castilla-La Mancha tiene interés por ampliar.
Preguntado sobre si las entidades van a relajar las condiciones de exigencia a la hora de ofrecer créditos, el consejero de Hacienda ha apuntado que si al Estado le cuesta financiarse, a una comunidad como Castilla-La Mancha, "con peor calificación crediticia", le cuesta aún más. No obstante, ha desvelado que el Gobierno regional ha llegado a rechazar ofertas de algunos bancos porque considera que "no tiene que firmar cualquier cosa".
Dicho esto, ha defendido que el trabajo realizado durante los cinco meses que lleva al frente de la Consejería de Hacienda ha sido "duro", pues han tenido que adoptar medidas "complicadas que no son agradables", aunque ha afirmado que el balance es "bueno".
Y es que, como ha manifestado el consejero, el Gobierno regional tiene las "ideas claras" y está convencido del camino que tiene que seguir, que pasa, en primer término, por ordenar las cuentas. Esto, ha destacado, ha permitido a la región acceder al crédito y recuperar la confianza y la credibilidad.