La juez decreta prisión sin fianza para el detenido por el incendio en la comarca de Los Serranos

EUROPA PRESS 07/06/2012 18:24

El juzgado ha tomado declaración, en presencia del fiscal, al detenido por el incendio declarado el pasado viernes que afectó a la comarca de Los Serranos y quemó 670 hectáreas entre los términos municipales de Tuéjar, Benagéber y Chelva, en la provincia de Valencia.

El hombre, de 55 años, ha sido imputado por un delito de incendio, que está castigado con de prisión de uno a cinco años, y multa de 12 a 18 meses, según el artículo 352 del Código Penal.

CONDENADO A DIEZ AÑOS Y 150.000 EUROS

El imputado ya fue condenado en 1996 por la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia a diez años de prisión y una multa de 150.000 euros por un incendio que afectó a 5.300 hectáreas en la zona de Calles, además de tener que abonar a los 93 perjudicados por el incendio diversas cantidades en concepto de responsabilidad civil, según recoge la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana a Europa Press.

Los hechos por los que fue juzgado y condenado se remontan al 26 de mayo de 1994. El acusado prendió fuego "tras utilizar un líquido inflamable" en las partidas forestales de 'El Mascau' y 'Górgola' que colindan y están en los términos municipales de Calles y Domeño respectivamente. Ese incendio forestal calcinó 2.350 hectáreas entre los términos municipales de Calles, Domeño y Loriguilla.

El fuego se dio por extinguido en las primeras horas del 2 de junio, pero ese mismo día "por causas indeterminadas" se reprodujeron varios focos y se extendió a los términos municipales de Sot de Chera y Chulilla, con lo que se quemaron otras 2.963 hectáreas.

Precisamente en la localidad de Chulilla, debido a las llamas, se tuvo que evacuar a 69 personas residentes en el Balneario de Chulilla y a otras 38 personas más que se encontraban en las inmediaciones. El 3 de junio se procedió a la evacuación de todo el pueblo de Chulilla por la proximidad del incendio.

Una semana después, el 10 de junio de 1994, el incendio se dio por extinguido después de que ardieran más de 5.300 hectáreas de pinos y pimpollos, según recoge la sentencia. El acusado fue condenado por el tribunal debido a que varios testigos situaron su coche en las inmediaciones del primer foco del incendio, y después de que se le encontraran dos bidones --con los que pudo transportar líquido inflamable-- y un mechero en el vehículo.