El difícil papel de Felipe VI en Cataluña: cuestionado a nivel institucional y político

  • Su discurso del 1-O marcaron rechazo en parte de los catalanes

  • Es la región que más ha visitado como rey: 38 actos

Desde el primer día de su reinado, ya marcaba el territorio el entonces president de la Generalitat, Artur Mas: "Si esta nueva etapa es ésta que estamos viviendo, pues oigan, vamos a ir peor". Felipe VI no lo ha tenido muy fácil en Cataluña. Institucionalmente, cuestionado. Políticamente, discutido. Y en la calle, respondido. Aunque también aplaudido. Idéntica dicotomía en cada acto, 38, al que ha acudido, la región que más ha visitado como rey.

Premios, eventos y momentos dolorosos, donde ni el duelo del momento evitó la repulsa. Una escalada de rechazo palpable que se remonta, ésa es la referencia a 2017. Al referéndum ilegal del 1 de octubre. Y, sobre todo, al discurso del monarca tras aquella jornada.

"Mi compromiso como Rey por la unidad y la permanencia de España", dijo entonces el monarca. A partir de ahí, desplantes de autoridades que reciben al jefe de Gobierno... y no al del Estado. Y escrutado con lupa. Desde el mensaje de Navidad. En 2017, hablaba de "no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás". En 2018, "para que las reglas que son de todos, sean respetadas por todos".

A cada intervención en ese territorio e incluso fuera de él. Mensajes de integración que no han calado. Al menos, entre los políticos soberanistas. Con un parlament que ha llegado a reprobar al rey. Persona non grata. Una relación precaria, todo un reto recuperar.