El extracto de su declaración en sede policial ha sido leído en el juicio, que ha quedado visto para sentencia ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, contra él y contra Asier Badiola por atentar contra la empresa 'Construcciones Amenabar', una acción por la que se enfrentan a 8 años de prisión por un delito de tenencia de explosivos y otro de daños terroristas.
La fiscal Blanca Rodríguez considera que está "claramente probado" que Iparaguirre y Badiola depositaron los artefactos bajo dos excavadoras pertenecientes a esta empresa que se encontraban aparcadas en la localidad guipuzcoana de Hernani, y que provocaron daños tasados en 127.581, 61 euros.
Un total de ocho ertzaintzas han declarado ante el tribunal, presidido por el magistrado Fernando García Nicolás, y han explicado que Ibon Iparaguirre intentó lanzarse por la ventana cuando un agente encontró material explosivo, un revólver, una pistola y varios cargadores en su domicilio de Ondarroa. "Aquí hay cosas", exclamó el agente, tras lo cual el acusado trató de saltar por la ventana y los ertzainas le sujetaron para evitar su fuga.
En una carta que envió desde la cárcel a su abogado, Iparaguirre mantenía que "no se pensó dos veces" lanzarse por la ventana ante las amenazas y malos tratos que previamente había recibido. Sin embargo, el instructor del atestado ha cuestionado que su intención fuera alcanzar el "acantiladito": "Si se quisiera tirar por la ventana para caer en el acantilado, tendría que hacer récord olímpico de salto de longitud".
Al inicio de la vista oral, lbon Iparaguirre y Asier Badiola se han abrazado y han negado su participación en los hechos. Según los ertzainas, Badiola afirmó que rechazó ingresar en la banda terrorista por "su situación familiar y porque no se veía participando en el entramado de ETA" pero, en una segunda declaración en sede policial, sí reconoció que fue captado por la organización para participar en algunas de las acciones terroristas.
Por su parte, Iparaguirre explicó que viajó hasta Francia para recibir instrucciones por parte de un dirigente etarra que suponía que era Mikel Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', y por parte de su lugarteniente Aitzol Iriondo, quien le entregó una bolsa con detonadores.
En el juicio también han declarado dos vigilantes de seguridad de la empresa atacada, uno de los cuales ha relatado que escuchó el sonido de "dos bombas" cuando estaba trabajando. Por su parte, los peritos han remarcado que los explosivos estaba compuestos de 1,5 kilo de amonal con "suficiente potencial" para "causar la muerte de las personas que se encontran alrededor".
La defensa ha solicitado la libre absolución de sus representados y ha lamentado que la Ertzaintza no le remitiera la grabación de la estancia de los detenidos en dependencias policiales. En un atestado, que ha sido leído durante el juicio, la Policía Autónoma Vasca ha respondido que "guarda tres meses y luego reutiliza las cintas". "Récord olímpico de salto de longitud"