Álvarez, de 59 años, está acusado de los delitos de acto sexual abusivo, acceso carnal violento e incesto contra su hija, que, según diversas emisoras, tiene 35 años.
La detención de Álvarez, de 58 años y al que ya se ha apodado "el monstruo de Mariquita", por la localidad donde reside, a unos 300 kilómetros de Bogotá, fue posible gracias a una denuncia de la víctima, que trató de proteger a sus hijos de abusos como los que ella ha sufrido.
Este caso ha sido comparado con el del austríaco Josef Fritzl, de 73 años, acusado de encerrar en un sótano y someter a abusos durante 24 años a su hija, con quien tuvo siete hijos.
Según fuentes judiciales, el colombiano detenido comenzó a abusar de su hija desde que quedó viudo, cuando ella tenía 5 años. Los hijos frutos del incesto tienen edades entre uno 19 años.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ofreció protección especial a la víctima y sus ocho hijos.
La concejal de Bogotá, Gilma Jiménez, destacada activista contra el abuso de menores de edad, anunció que si Álvarez es condenado, pedirá que se le imponga la máxima pena posible.
Jiménez lamentó que no haya cadena perpetua para los violadores de niños o autores de delitos como los que se le imputan a Álvarez.
"La diferencia entre este episodio y el del 'monstruo' de Amstetten en Austria es que ese país se paralizó y le hizo conocer al mundo lo que encontró. Aquí sucede todos los días sin que nadie haga algo por impedirlo", manifestó la concejal a la emisora Caracol Radio.
Jiménez promueve actualmente un referendo que legitime la cadena perpetua por agresiones sexuales contra menores de edad.