En declaraciones tras presentar las bases de la ponencia de la Conferencia Nacional para la República Catalana, ha expresado así su convencimiento que "desde el mundo civilizado, donde la democracia se entiende de forma más clara y nítida, se lanzarán mensajes positivos en defensa de los intereses y expectativas de los catalanes".
"Esto será un elemento de presión que hará que España deba dejar su presión y su nivel de agresión hacia el proceso soberanista catalán", ha sostenido.