Margallo avisa de que la falta de control de la Autoridad Palestina sobre la Franja dificulta la reconstrucción
El Gobierno español ha apoyado este miércoles la propuesta israelí de suministrar casas prefabricadas a la población de la Franja de Gaza cuyas viviendas quedaron destruidas o seriamente dañadas durante la última guerra entre Israel y Hamás el verano pasado, y que se estiman en unas 100.000 personas.
En rueda de prensa al término de sus contactos con las autoridades israelíes, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha considerado que esta idea "puede resolver" las necesidades más urgentes de los gazatíes sin que Israel corra el peligro de que Hamás --que sigue controlando de facto Gaza a pesar del acuerdo con Al Fatá para la creación de un Gobierno de unidad-- use los materiales de construcción que entren en la Franja para rehacer los túneles que le permiten agredir a Israel.
En el tema del bloqueo a Gaza, el ministro ha subrayado que hay que "combinar" la necesidad de levantarlo para atender a la población gazatí con las preocupaciones que Israel tiene en materia de seguridad, y que España comprende. Y ha advertido de que está siendo "muy perturbador" para el proceso de paz que la Autoridad Palestina no tenga el control sobre la Franja de Gaza.
En junio pasado, Al Fatá --el partido del presidente palestino, Mahmud Abbas-- y el movimiento islamista Hamás --al que la UE y EEUU siguen considerando una organización terrorista-- pactaron un Gobierno de unidad nacional formado por tecnócratas y que supuso la salida de los miembros de Hamás del Gobierno de Gaza, a los que sustituyen cuatro representantes de la Autoridad Palestina que dirigen los departamentos con sede en Gaza.
Pero la realidad es que la Autoridad Palestina sigue teniendo dificultades para acceder a la Franja y Hamás sigue controlando la seguridad y los pasos fronterizos. Una realidad que, ha dicho el ministro, dificulta la negociación con Israel y la propia reconstrucción de la Franja.
CONDENA DE LOS ASENTAMIENTOS
En sus contactos con las autoridades israelíes --García-Margallo ha visto también al primer ministro, Benjamin Netanyahu, y a su colega, Avigdor Lieberman-- les ha expresado su preocupación por la política de expansión de asentamientos, que obstaculiza también el proceso de paz.
Los israelíes le han mostrado a su vez la preocupación que les genera la adhesión de Palestina al Tribunal Penal Internacional, y la posibilidad de que puedan presentarse denuncias contra ellos por crímenes de guerra o por los asentamientos. Sobre este punto, el ministro les ha explicado que ha pedido expresamente a la Autoridad Palestina manejar con extrema prudencia su adhesión al TPI.
Tanto a los israelíes como a los palestinos, el ministro les ha instado a "evitar medidas unilaterales" que dificulten las negociaciones de paz, que deben ponerse en marcha para evitar que el futuro Estado palestino se convierta en "una segunda Gaza".
Con las autoridades israelíes, el ministro también ha hablado de la proposición no de ley aprobada por todos los grupos que insta al Gobierno a reconocer el Estado palestino que surja que un proceso de negociaciones. Según García-Margallo, el Ejecutivo israelí ha dicho que se trata de la "iniciativa más inteligente" sobre el particular que se aprobó en toda Europa, ya que ligaba ese reconocimiento a un proceso de negociación y hacía una mención explícita a la seguridad de Israel.
El ministro también ha informado al Estado de Israel de los esfuerzos que desplegará España como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para buscar una resolución que pueda ser votada por unanimidad y que permita relanzar las conversaciones de paz con el objetivo de alcanzar una "solución regional que dé estabilidad" a toda la zona.
Además del conflicto árabe israelí, el ministro --que ha concluido con estas entrevistas su gira por Oriente Próximo-- también ha comentado con sus interlocutores israelíes otros asuntos de la actualidad internacional, como los conflictos en Siria e Irak, el programa nuclear iraní, la situación en Yemen, Libia y el norte de África.
En su opinión, estas entrevistas han tenido lugar en un clima "muy amistoso" y ha indicado que el presidente israelí, Reuven Ravlin, ha subrayado lo "sólidas" que son las relaciones con España aunque haya "discrepancias en algunos puntos". El ministro ha aprovechado estas entrevistas para invitar a Ravlin a visitar España.