Familiares y allegados de los 56 presos a los que afectan esta decisión se han concentrado ante los Juzgados de Atotxa en San Sebastián donde han insistido en que el próximo martes "se dirimirá si el Reino de España vuelve a tomar la vía de la trampa legal, del escándalo jurídico y acaba, de nuevo, condenado por un Tribunal Europeo o si, por el contrario, empieza a crear las condiciones para ir eliminando todas las medidas de excepción y de venganza política que ha ido creando".
El portavoz de Etxerat, Urtzi Errazkin, ha remarcado que, "como familiares o como amigos, a nivel personal, nos destroza, nos rompe por dentro saber que los quieren mantener en la cárcel a pesar de que ya han cumplido su condena", aunque ha manifestado que esta actitud tampoco les "sorprende".
"Llueve sobre mojado ya que llevan toda una vida complicándonos nuestro día a día en todo lo que pueden", ha lamentado, al tiempo que ha subrayado que esta vez "sí hay un cambio" porque el Estado español, "no sólo pretende saltarse su propia Ley y vulnerar los derechos humanos, sino que, además, pretende saltarse también una normativa de Europa que está obligado a cumplir".
"TRAMPA A EUROPA"
Según ha afirmado, "esta nueva trampa a Europa tiene cierto sabor a los 'tejemanejes' que utilizaron también con la famosa doctrina 196/2006 y que acabó con condena al Reino de España". En ese sentido, se ha preguntado "por qué España actuó con tanta lentitud en la obligatoria incorporación a su ordenamiento normativo interno de una legislación europea que debía haber incorporado antes de agosto de 2010".
"¿Puede el legislador español desobedecer el mandado contenido en una Decisión Marco europea? No, no puede y, si lo hace, incumple el propio Derecho Europeo. ¿Tendremos otro escándalo jurídico el día 13 o se aplicará la ley con normalidad?", ha insistido.
Finalmente, Etxerat ha mostrado su adhesión a la marcha convocada el sábado en Bilbao por la red ciudadana Sare y ha llamado a "acabar con la dispersión y con toda la legislación de excepción". Por ello, ha reclamado la implicación de "todos" porque "ya no valen medias tintas ni posicionamientos políticos o partidistas".