En su declaración ante el tribunal cada uno de los acusados rechazó su participación con la llegada al puerto de Marín de una partida de droga procedente de Sudamérica.
En las cuestiones previas del juicio las defensas de los acusados pidieron la nulidad de todas las escuchas telefónicas al entender que "los pinchazos no estaban justificados". Incluso, uno de los letrados renunció a la defensa de su cliente "por incompatibilidades personales". Estas dos cuestiones fueron rechazadas por la Sala.
Entre los acusados se encuentra Dionisio L.B., de 49 años, quien fuera cabo de la Guardia Civil de Rodeiro, y su amigo Manuel G.P., de 55. Ambos dijeron que se habían inventado "toda la película" durante su estancia en prisión "para contentar a los del Greco y a la jueza" que, según dijo Dionisio, "solo querían que inculpáramos a un tal Paco, el sordo", que sería el supuesto líder de toda la red.
"Nos dijeron que si colaborábamos nos dejaban en libertad", ha declarado Manuel G.P. al respecto. Estos dos procesados, después de la detención reconocieron ante las autoridades su participación en los hechos, proporcionando datos para la identificación e incriminación de otros miembros de la organización.
Según esta primera versión ofrecida en el juzgado "con todo lujo de detalles" y que este martes dijeron que era "totalmente inventada", cada uno de los procesados desempeñaba "una labor concreta y determinada dentro del grupo". Así, Dionisio era el encargado de recibir la orden de destino con "los palés con la droga que llegaban al Puerto de Marín a través de la empresa Fruport. Por lo menos una vez al mes. El chino se encargaba de retirarla. Era una vía segura para meter la droga", había declarado en aquella ocasión.
VARSOVIA
A los acusados el fiscal les acusa por su presunta participación en el tráfico de 57 kilos de cocaína, de los cuales siete fueron confiscados en el Puerto de Marín y el resto, por un error de los narcos "al confundir los palés", se incautaron en Varsovia (Polonia).
En el banquillo de los acusados se sentó también el tío del exguardia civil Benjamín B.I., de 61 años, Geofrey P., alias 'el chino', de nacionalidad filipina y Julio C.E., un narcotraficante afincado en Barcelona que fue condenado con anterioridad a 11 años de prisión por otro delito de tráfico de drogas.
Tan solo 'el chino' reconoció que fue contratado para acudir al Puerto de Marín "a recoger un paquete importante", pero que no sabía de qué se trataba. El resto negaron su participación en los hechos.
A pesar de la investigación de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, únicamente han podido ser identificados algunos de los miembros de este grupo organizado y, aunque aparecen referidos durante todo el proceso los nombres de Eusebio, Carlos y Paco 'el sordo', no figuran entre los acusados.