Forenses dicen que las lesiones del cuerpo hallado en un pozo de Madrid eran compatibles con heridas de arma blanca

EUROPA PRESS 17/06/2011 11:07

Los médicos forenses que realizaron la autopsia y el estudio antropológico del cadáver hallado en un pozo de Cantoblanco, en el distrito de Fuencarral en febrero de 2003, concluyeron que las lesiones detectadas en las costillas y vértebras del cuerpo eran compatibles con heridas de arma blanca.

Un Jurado Popular juzga desde el pasado miércoles a Manuel G.M., que padece un trastorno mental, por un delito de homicidio, por lo que se enfrenta a 14 años de cárcel. La fiscal sostiene que el procesado asestó en un día no determinado entre septiembre y noviembre de 2002 diversas puñaladas a la mujer con la que vivía y arrojó el cuerpo en un pozo.

La dificultad del caso radica en que el cadáver se encontró seis meses después del crimen en estado de putrefacción, lo que dificultó el hallazgo de elementos que determinaran lesiones. El cuerpo flotó durante este tiempo en agua estancada y ello provocó que las partes blandas --vísceras-- quedaran unidas en un conglomerado sólido.

En la sesión, los forenses han indicado que en el estudio de los huesos se determinó que las lesiones detectadas al haber muescas de cortes incisos en tres costillas y en la tercera vértebra eran compatibles con heridas de arma blanca.

"Las lesiones que intuían las muescas en los huesos pertenecían un mismo acto lesivo porque estaban en la misma línea y con la misma altura", ha expuesto al tribunal uno de los expertos en antropología forense.

"ASESINO"

Durante su declaración, la madre de la fallecida ha increpado en varias ocasiones al procesado al grito de "asesino "Sinvergüenza", "canallada" o "bandolero". El nerviosismo de la madre ha surgido debido a que el acusado reía al tiempo que ella relatada el tipo de relación que tenía éste con la fallecida, a quién conoció en la prisión de Soto del Real.

"Este señor es un asesino y encima está en la calle. No tiene perdón de Dios. Mató a mi hija y debe estar en prisión", ha aseverado la madre de la chica, quien ha indicado que el acusado tiró a su hija al pozo junto a su hijo.

Además, ha contado que antes de los hechos su hija le comentó que se iba a ir a vivir con un hombre llamado "Manuel". "Mi hija se fue con este señor y con su hijo, y no la volví a ver. Denunció la desaparición a la policía", ha señalado.

Por su parte, la prima de la víctima ha contado que en febrero de 2003 una mujer se presentó en su casa y le comentó que Manuel había tenido a su prima y a otra mujer secuestradas. "Me dijo que algo le había pasado a mi prima y que Manuel la tiró a un pozo, matándola", ha relatado.

En su declaración, el acusado manifestó ayer que conoció a la víctima en la prisión de Soto del Real, manteniendo sólo una relación de amistad. Sin embargo, esta afirmación chocaba con la que manifestó en 2006 en sede judicial cuando reconoció que habían mantenido una relación sentimental.

"Nunca viví con ella. Jamás he hecho daño a una mujer ni he utilizado un arma", recalcó el hombre a preguntas del fiscal. Además, precisó que en el momento de los hechos mantenía una relación con su actual pareja sentimental.